No hay mal que dure 100 años. Tampoco fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla, en todo caso. El Manchester City perdió lo invicto ante Liverpool al caer 4-3 en Anfield. Parecía que el equipo de Guardiola marchaba tranquilo e invicto hacia el título. Ahora, solo marcha tranquilo. A pesar de ello, la diferencia de puntos con el United, segundo de la clasificación, es abismal: 15 puntos.
Aunque el equipo de Mourinho juega mañana y podría reducir la desventaja a 12 puntos. Igualmente una misión imposible. El City desde antes de visitar Liverpool, corría el riesgo de perder el paso perfecto y así ocurrió. A pesar de la ausencia de su ex estrella Philipe Coutinho (vendido al Barcelona), los reds se vieron mucho más superiores en todo momento.
El triunfo al Liverpool, lo deja tercero con 47 puntos. También muy lejos de los 62 de los citizens. De cualquier manera, fue un golpe de humildad al equipo de Pep que arrasaba por su paso lo que enfrentaba.
En el partido, los goles de Oxlade, Mané, Firmino y Salah pusieron un 4-3 que pareció más cerrado debido a los tardíos goles de Bernardo y Gündogan, ya en el descuento. La realidad, es que el equipo de casa llegó a estar 4-1 arriba en el marcador. Klopp puso a trabajar a toda su ofensiva y le funcionó.
El aviso llegó por parte de Guardiola con sus declaraciones en la previa: «Klopp es un entrenador valiente y encima juegan en Anfield». Y pasaron quince minutos hasta que el Manchester City pudo respirar. Durante todo ese tiempo, el inicio del Liverpool fue demoledor, incontestable, con balón y sin él, dominando todos los aspectos del partido.
En apenas diez minutos, Firmino, Salah y Mané tumbaron al City. Los tres atacantes del Liverpool completaron una exhibición que dejó a los citizens sin respuesta. Firmino ganó el duelo a Stones y le hizo una vaselina a Ederson para firmar el gol del encuentro.
Si bien es cierto que este tropiezo no estorba las aspiraciones de ganar la Premier, y que tienen el camino libre aún, Manchester City enciende la alarma para bajarlos de la nube y recordarles lo vulnerable que pueden ser si se relajan. Como sea, la Liga parece estar sentenciada y este tropiezo servirá como lección.
A pesar de ellos, el objetivo, o uno de los objetivos, era emular al Arsenal del 2003, que ganó la Premier League de manera invicta. Algo que por lo menos este año ya no se verá y que luce difícil que se repita en años consecuentes.