Lo van a extrañar. Por experiencia lo dice la pelota que rueda siempre por las canchas del mundo. Hoy, los aficionados del Arsenal están a disgusto, per a la larga, la nostalgia los invadirá y se darán cuenta del error cometido. Porque los recuerdos siempre son deseados para repetirse. Arsène Wenger dejará a los gunners a final de la temporada, poniendo fin a casi 22 años al mando del equipo londinense.
El técnico francés de 68 años, dejará un legado importante; tres Premier League y siete FA Cup, incluido dos dobletes en 1998 y 2002. Se le recordará por aquel Arsenal del 2003/2004 que finalizó la temporada como monarca invicto. Desafortunadamente, el presente siempre pesa más que le pasado y por el momento, están fuera de puestos de Champions y sin toda posibilidad de ganar la Premier.
Son sextos a 14 puntos del cuarto, y su única opción de entrar a la Champions es vía Europa League, donde se enfrentan al Atlético de Madrid en semifinales. Wenger fue alguna vez el mesías. El maestro. El ídolo. El Rey del banquillo donde se coló entre los grandes de Europa. Logró meterse a esa elite que históricamente solo pertenecen unos cuantos.
Todo comenzó el 1 de octubre de 1996, cuando fue contratado desde Japón cuando dirigía al Nagoya Grampus y que ante en su país había tenido las tiendas del Nancy y Monaco. Dentro de la Premier League, es el entrenador más veterano y tiene el récord de partidos con 823.
«Después de una cuidadosa consideración y de conversaciones con el club, creo que es el momento adecuado para dejar el cargo al final de la temporada», ha explicado el entreandor galo.».
De substitutos, hay nombres para tirar. El ex Barcelona Luis Enrique, el británico Brendan Rodgers, o los ex Arsenal Mikel Arteta o Patrick Vieira.
Wenger llegó al entonces Highbury. «Arsene Who?» título el London Evenings, en aquel momento. El equipo , desde su llegada, se reveló. Por ejemplo, entro otras cosas dentro de la transformación interna del club, Wenger había dictado la ley seca para sus futbolistas, y también había impuesto un severo régimen alimenticio.
Jugadores que pasaron por ese equipo, son de apellidos rimbombantes. Anelka, Henry, Vieira, Kanu, Bergkamp, Overmars, Cesc, Reyes, Robert Pires… Pero todo, dentro de un modelo de negocio donde Arsenal compraba perlas jóvenes a precio barato y las vendía a los peces gordos de Europa a un precio elevadísimo.
En definitiva, el futbol será distinto sin Wenger en el Arsenal. Que quede claro que trabajo, el francés seguramente tendrá. Pero para muchas generaciones, él ha sido eterno en el banquillo. Se dice que puede ser una manera de motivar al vestuario y a la hinchada para alcanzar el título que adornaría su despedida. El galo, ya suena para el PSG y no descartemos que mejores épocas, seguro vendrán vaya a donde vaya.