Diego Armando Maradona: La leyenda siendo leyenda.

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Hablar de Maradona es sinónimo de cultura como si se tratase de un santo patrono en Argentina. Eso mismo es, un santo. Una iglesia. Una religión convertida en deporte o bien un balón convertido en fe. Una zurda incomparable y cánticos que son cotidianos al despertar y antes de irse a dormir. Maradona es Maradona. La explicación va implícita en el apellido. Es Maradona.

Diego lo ha sido todo. Conductor de televisión, entrenador, político, gurú, guía espiritual, orador, líder de opinión, pero siempre futbolista. Fue futbolista, lo sigue siendo y lo será para siempre. Lo que bien se aprende, no se olvida. Y en los toques de balón durante partidos benéficos lo enseña con presunción incluida. Escuchar hablar a Maradona es callar y aprender. O sin aprender pero callar, que Diego habla.

Maradona el día que sepultó a Inglaterra con dos goles poco comunes. Source: FIFA.

Nació un día como hoy, 30 de octubre. Y desde ese día, Argentina ya no fue igual. Educado en Boca Juniors y graduado con la albiceleste, hizo un doctorado en 1986 conquistando una Copa del Mundo y quedando en la posteridad del viento del Estadio Azteca con dos goles que serán recordados por siempre para bien y para mal. Una mano que empujó las ilusiones pamperas hacia ese campeonato y un país que lo empujó a él para dejar en camino a un ejercito de ingleses dispuestos a tumbarlo.

Maradona en la jugada memorable de todos los tiempos. Source: Javier Gallego (YouTube)

Diego tuvo un equipo. Cuenta la leyenda que habían otros once, pero para la memoria del aficionado, sólo estaba él. Venció en una final de Copa del Mundo a la eternamente invencible Alemania, increíblemente no gracias a él. No anotó en ese último partido. Diego se debió siempre a los colores azul y oro de Boca, pero la vida le dijo que debía pintarla de albiceleste. Así lo hizo y hasta la fecha le agradecen cada 30 de octubre el haber sido argentino.

México 1986 fue para Argentina comandada por Maradona. Source: Síntesis.

Italia, su segunda casa, fue testigo de la falta de respeto de un polémico penal que lo privó de ser bicampeón y darle un tercer título mundial a su país. Un último intento, en Estados Unidos, sepultó la esperanza del país sudamericano al ser retirado como un delincuente. Por líos de drogas. Por el capítulo negro de su historia. Por el principio del fin como futbolista.

Pelé o Maradona. Maradona o Pelé. Los tontos del futbol lo discuten aún. Esos mismos que siguen comparando a Messi y Cristiano. No importa si es en español o portugués en caso de ambos. Aquí se habla con los pies y no con la boca.

Maradona fue técnico en 2010 y no logró emular lo hecho como jugador. Source: Hobby.

La faceta de entrenador no debió llegar nunca. Su imagen debió permanecer intacta desde el campo hacia afuera, no desde afuera hacia el campo. Pero su testarudez como buen argentino, hizo que la Federación lo dejara dirigir un mundial. Y cómo no dejarlo, si era Maradona. Así fue y Alemania, a quien alguna vez él mismo pisoteó, en Sudáfrica 2010, lo sepultó. Los alemanes se cobraron las gambetas y picardías que Diego hizo aquella tarde en el Estadio Azteca. Se la cobraron de a cuatro y ni él afuera, ni Messi dentro, pudieron detener esa herejía teutona.

Nunca se alejó del futbol, porque el futbol no quiere alejarlo jamás. Maradona no es el último título del Napoli ni tampoco las huellas que dejó por todo el Camp Nou. “El Diego” es 1986. Es Argentina. Diego es futbol y El futbol es Maradona.