Nadie está negado a los llamados 5 minutos de fama. Seas ya famoso o un desconocido, es lindo recibir un aplauso aunque sea literalmente, de 5 minutos. El reconocimiento momentáneo muchas veces aunque sea solo así, es suficiente para recordarlo toda la vida.
Así le sucedió a Alejandro Glaría. El apodado “Hueso”, fue un argentino que desempeñaba como delantero del Pachuca a finales de la década de los 90. Sobra decir que la fama tal vez ya la tenía (aunque sea poquita). Heredero de apellido mundialista. Su padre, Rubén, participó en la justa realizada en Alemania en 1974.
Alejandro llegó al Pachuca en 1998 después de haber realizado gran parte de su carrera en el futbol chileno. No era el delantero estelar de los Tuzos. Vamos… ni siquiera era titular.
Javier Aguirre iniciaría su destacada carrera de técnico.
Source: Telemundo Sports.
Sin embargo, ese Invierno 1999 fue de ensueño en todo aspecto para “Huesito” y para Pachuca. Lograron su primer campeonato (adivinen contra quién)… frente a Cruz Azul. La historia fue dramática con Javier Aguirre en el banquillo. Entraron vía repechaje echando a Morelia. Posteriormente en Cuartos a Toluca y en semifinal al Atlas.
Glaría estuvo apagado. Pero hay héroes de finales. Hombres de última instancia. Delanteros de racha. Y el argentino era de esos..
La ida la jugaron en el Estadio del Pachuca. Glaría hizo los dos goles con los que a la postre empatarían a dos tantos e irían a la Vuelta al Estadio Azul con la misión casi imposible de ganar.
Tras un caliente 0 a 0, apagando el frío de una noche navideña en la capital mexicana, llegaron los tiempos extras y con ellos, el nerviosismo disfrazado de miedo para los dos bandos. Glaría había entrado de cambio en la segunda mitad.
Momento eufórico tras el título Tuzo.
Source: Récord.
Corrían apenas dos minutos del primer tiempo extra. En ese entonces se jugarían 30 minutos de prórroga en caso de ser necesario y loe penales si se mantenía el empate. Aunque existía el extinto Gol de Oro. Fue entonces cuando apenas iniciaba el alargue, que llegó un centro por la derecha. Glaría trató de cerrar la pinza en el segundo palo, pero al intentar controlar la pelota, la empujó con los genitales y venció a Oscar Pérez.
Pachuca no solo había jugado su primera liguilla, sino que logró su primer título también. Alejandro Glaría fue el héroe de la noche. De la semana. De la Navidad. Del mes. Pero la fama le duró hasta el siguiente torneo.
Glaría durante su etapa final en México.
Source: Expansión.
El argentino jugó un torneo más en la Bella Airosa. Su premio por el gol (o bien goles) del título, fue la titularidad y el “9” en el dorsal que lo consagraba con el centro delantero estelar del equipo. Sin embargo no pudo con tan grande responsabilidad. Solamente anotó dos goles y la campaña siguiente fue transferido al Puebla. De ahí pasó por Pumas, Morelia y finalmente Chiapas. Glaría jugó 4 años en México con 5 distintos equipos. Pero recordado, ni siquiera por sus dos goles en la final de ida… sino por ese mismo, que metió con los genitales. Se fue de México en 2003 tras haber probado en la Segunda División en Tapachula. Regresó a Argentina con Talleres de Córdoba y decidió retirarse ese mismo año.
¿Dónde está hoy Alejandro Glaría?
Hoy es promotor de futbol en Argentina.
Source: Twitter (@huesoglaria).
Tras 14 años como profesional, hace un par de años, “Hueso” jugó con otras estrellas de futbol amateur en un equipo. Lo hizo por un tiempo y a diferencia de muchos que estudian para una carrera como técnico o directivo, Glaría sí decidió seguir ligado al futbol pero como promotor. Hoy, justamente lo es en su natal Argentina donde vive con su esposa y dos hijas.