Ídolo rojiblanco en España, recordado con mucho respeto en el Estadio Azul, extrañado en La Bombonera y frecuente central titular por varios años de la selección Colombia, ese es Luis Amaranto Perea; un defensa por demás comprometido, aguerrido y con mucha entereza para enfrentar a sus rivales. Con cada escudo que defendió, su talento y presencia lo llevó a ganarse el calor y afecto de sus aficionados; sin duda un jugador inolvidable que en sus inicios no tuvo la vida fácil, pero el fútbol le recompensó todo el sacrificio.
Alterando labores extra cancha para poder mantenerse mientras se convertía en futbolista profesional, Perea consiguió cumplir el sueño y debutar con 21 años en la primera división del fútbol colombiano. El Deportivo Independiente Medellín le dio la oportunidad y el espigado defensa se hizo valer para volverse figura del ‘Poderoso de la Montaña’. Allí estuvo tres años, en los que salió campeón en una ocasión y ello lo llevó a destacarse en la Copa Libertadores de América con el cuadro rojo; es entonces cuando Boca Juniors se fija en él y sin dudarlo le ficha.
A la Casa Amarilla llegó y entró con pie derecho. En Boca fue improvisado muchas veces como lateral por su buen físico y velocidad, además, Perea era considerado un defensa con buen pie para salir jugando con la pelota desde la última línea. Con los Xeneizes logró cosas impresionantes, pues en tan solo un año con el cuadro que dirigía Carlos Bianchi, Amaranto se hizo titular, se ganó a La Bombonera y formó parte de uno de los planteles más importantes y recordados en la historia de Boca.
Esa temporada 2003-04 en Argentina fue un año redondo para el zaguero colombiano, pues formando parte de una de las mejores plantillas del mundo en uno de los mejores equipos del planeta, se consagró campeón en Argentina, levantó la Copa Libertadores y posteriormente la Copa Intercontinental, hoy llamada Mundial de Clubes. Su destacado papel con el club de ‘La mitad más uno’ llevó a otro traspaso importante en su carrera, esta vez era el Atlético de Madrid quien llamaba a su puerta y se convertiría en jugador rojiblanco para la temporada 2004-05.
Desde entonces hizo toda una carrera en la capital de España a orillas del río Manzanares. Allí pasó las épocas difíciles y los nuevos años gloriosos del club que hasta hace unos meses jugaba en el Vicente Calderón, estadio que vió cada fin de semana a Luis Amaranto Perea defender los colores del ‘Atleti’ durante ocho temporadas. Convirtiéndose en su momento en el extranjero que más ha aparecido con la elástica ‘rojiblanca’ hasta que el actual capitán del club, Diego Godín, le arrebatase esa condición.
Con el ‘Atleti’ disputó 314 encuentros y en varias ocasiones portó la cinta de capitán, pero sobre el final de su carrera y de cara a conseguir más minutos para estar con Colombia en el Mundial de Brasil 2014, Perea decidió emprender la aventura mexicana y llegó a Cruz Azul. En La Noria se volvió un líder más, ayudó al cuadro a ganar un título después de varios años de sequía, el de la Copa MX. También salió subcampeón en aquella histórica final contra el América que definió Moisés Muñoz a favor de las ‘Águilas’, aunque en la memoria de todos está que Perea fue el único jugador de Cruz Azul que tras perder de esa dramática forma el campeonato, fue a darle la mano a cada uno de sus rivales y a felicitarlos por el título.
¿Dónde está Luis Amaranto Perea?
Tras esa fatídica final perdida con la ‘Máquina’, Perea sufriría otro golpe duro, quizás el que más le pudo hundir. Una lesión complicada en los meses previos al Mundial de Brasil le impidió estar presente en la vuelta de Colombia a una cita mundialista. Aquello provocó que Amaranto se replanteara su futuro y optó por ponerle final a su exitosa carrera profesional. Fue campeón en todos los equipos en los que jugó, con el Atlético logró incluso consagrarse dos veces con la Europa League y una Supercopa de Europa. Con Cruz Azul también fue campeón de CONCACAF y queda en su palmarés que fue el único equipo con el que anotó goles, cinco en total.
Perea, un caballero dentro y fuera de las canchas, volvió tras su retiro a España para vincularse de nuevo al Atlético, ya en otras labores. Actualmente forma parte del cuerpo técnico del Juvenil A colchonero mientras realiza los deberes para hacerse con el título de entrenador y convertirse en el DT de alguna división de las inferiores del club de Manzanares. Hasta hace muy poco se hablaba de que vendría a México para hacerse cargo del proyecto que tiene el club colchonero en la Liga de Ascenso con la inclusión del Atlético San Luis.