Toda nación tiene un héroe. No importa su estatura, raza o sexo. No importa en qué rubro se desenvuelva. No importa qué hizo o no. No importa cómo, cuándo ni dónde. Importa el porqué. Importa que todos lo tienen y le deben algo a un personaje que de nuevo, se llama héroe.
Ucrania tiene el suyo. Andriy Shevchenko. Una nación que muchos años no tuvo pies sino cabeza y que ahora que tiene ambas, gozó de un futbolista que aportó a ese cuerpo un corazón para que toda Ucrania sintiera lo que es vivir el futbol de cerca. Es considerado el mejor futbolista que ha dado ese país. Luego de la separación de la Unión Soviética, Ucrania como país independiente comenzó a gestionar una infraestructura deportiva tanto humana como físicas.
Shevchenko inició en el Dynamo de Kiev, donde rapidamente destacó a nivel mundial por su capacidad goleadora. Desde los 18 años fue llamado a las inferiores de la selección nacional. Con su club anotó 60 goles en 117 partidos, pero en a temporada 1997/1998 los ojos del mundo se posesionaron en él cuando en la Champions League le hizo un Hat Trick al Barcelona, goleándolos 4 a 0 en Kiev.
Por si fuera poco, le hizo 3 goles en una serie de eliminatoria al Real Madrid y fue cuando las ofertas de media Europa comenzaron a tocar la puerta de su equipo. Para entonces, “Scheva” ya tenía 5 Ligas, 3 Copas y campeonatos de goleo individual.
El Milan en 1999 fue el “ganón” y lo firmó por 25 millones de euros. Contrario a lo que muchos pensaron, el ucraniano encajó a la perfección y vivió junto al club rossoneri, otra época gloriosa. Anotó 127 goles en 226 partidos (1999-2006). Pero fue hasta el 2003 cuando alcanzó el clímax de su carrera consiguiendo el scudetto , la Copa, la Champions y la Supercopa, bajo el mando de Ancelotti, lo que le valió ser Balón de Oro en 2004 dejando atrás a Deco y Ronaldinho, ambos del Barcelona.
La afición milanista ya tenía (no solo un equipazo) un ídolo a quien venerar, hacer mantas de pintura gigante y a quien dedicarle cánticos. Todas ciertas, todas sucedieron.
Sin embargo, un cúmulo de emociones llegaron en el verano del 2006. Ucrania calificaba (de la mano de él) al Mundial de Alemania 2006 y el Chelsea volvía a la carga, como lo hiciera un año antes, por sus servicios. Shevchenko firmó con el club inglés en mayo, un mes antes del inicio de la Copa del Mundo. Las molestias entre algunos aficionados italianos llegaron pues no solo sentían que él había sido el culpable de perder una final de Champions contra Liverpool a errar el último penal, sino que también sentían la falta de respeto a sus colores por 31 millones de euros.
Con el Chelsea de Mourinho hizo lo que pudo, pero quedó muy por debajo de las expectativas. Aunque su sueño de jugar un mundial con Ucrania llegó satisfactoriamente hasta los Cuartos de Final, con los blues apenas consiguió una Copa y anotar 9 goles en 3 años. Adriano Galliani, vicepresidente del Milán hizo lo que pudo para recuperar los años de gloria del equipo y del ucraniano llevándolo de vuelta a San Siro en 2008, pero fracasó en el intento pues Andryi ya estaba en la curva descendente de su carrera. Jugó muy poco, no anotó y el recuerdo de aquel Milán, quedaba muy lejos. Por lo mismo decidió volver así tierra para despedirse del futbol con el otro equipo de sus amores: Dynamo de Kiev. No se logró clasificar al Mundial de Sudáfrica 2010 y se retiró del balompié en 2012.
¿Dónde está hoy Andriy Shevchenko?
El delantero siempre fue pasional a la hora de tomar decisiones para y por su país. Por lo mismo, apenas se retiró se unió al Partido Social Demócrata de Ucrania quedó segundo lugar para la elección de su partido en el parlamento de su país sin embargo, dijo él mismo que se dio cuenta que su vida estaba en las canchas de futbol. Por lo mismo, se formó como técnico y en 2016 debutó como asistente técnico en la selección ucraniana. Poco después asumió el cargo de técnico. Hoy, a dos partidos de concluir las eliminatorias aún tiene chance de clasificarse a Rusia 2018. Se encuentra en cuatro lugar con 14 puntos, al igual que Turquía. Croacia e Islandia son primeros con 16.