El sol cae como plomo sobre la cancha de Ciudad Universitaria. Razón por la cual, el graderío lleva gafas oscuras y la hidratación de los futbolistas es cada vez más constante. No hay porqué culpar al sol ni al calor si la pelota decide rodar un domingo a medio día. Entre todo eso, la melena rubia de Leandro Augusto se pasea como él mismo lo hace con los pies la pelota.
Es brasileño pero no muchos lo recuerdan por aquel país. Tampoco en México se les hace familiar verlo con la playera del León la cual defendió un año cuando llegó al país en el 2000. Más bien, para el futbol, Leandro nació con Pumas y para Pumas. Fue en el 2001 cuando su traspaso al equipo universitario se vio envuelto en una rara polémica con el los Panzas Verdes.
León, sin tener los derechos federativos lo habían vendido al Atlas, y Pumas, lo adquirió directamente con el Criciuma, equipo brasileño con el que debutó en 1995 que lo prestó al Botafogo e Internacional y a su vez, se dio la llegada al cuadro del Bajío en el nuevo milenio.
Leandro hacía recordar con su cabellera rubia la moda que en aquel momento imponía por las canchas del mundo; la de David Beckham. Nada similar tenía con el futbolista inglés salvo tal vez, los tiros libres y precisamente ese pelo rubio. Eso sí, tenía una zurda privilegiada y un exquisito toque de balón, sea por las bandas o como mediocampista de contención. Era un motor nato de los Pumas en el mediocampo.
Vivió la época más gloriosa de los Pumas bajo el mando de otra gran leyenda del futbol mexicano y mundial, Hugo Sánchez. De hecho, a lado de la mano del “Pentapichichi”, conoció el sabor del éxito. Cuando Hugo Sánchez llegó al banquillo universitario, sin experiencia por cierto, se hizo de burlas e incredulidades por todo el país. Pero en 2004 calló a todo mundo.
Para el Clausura 2004, jugando bien y con un Leandro pleno, llegaron a una de las tantas finales soñadas. Contra Chivas, que además de formar un grupo sólido con el regate de Ailton, los goles de Marioni, el liderazgo de Beltrán y experiencia de Bernal sumado a la seguridad que daba el propio brasileño, vencieron al Guadalajara en penales dándole a Jorge Vergara su primera gran decepción (luego de haber adquirido un año antes al equipo). Los siguientes seis meses no fueron del mejor futbol pero con inercia suficiente para una vez más, alcanzar la final.
El favorito era el de enfrente esta vez; Monterrey. Pero con una genialidad de “Kikin” Fonseca, Pumas y Leandro se convertirían en el primer bi campeón mexicano en torneos cortos. La satisfacción llegó de manera internacional cuando vencieron en el Santiago Bernabéu al Real Madrid 0-1 en un amistoso con valor a Copa. Pero la consolidación del brasileño, ya naturalizado mexicano, fueron otros dos campeonatos ; Clausura 2009 y 2011, pero con técnicos distintos, Tuca y Memo Vázquez.
Leandro fue convocado 6 veces a Selección Nacional Mexicana e hizo un gol. Fue en la etapa entre 2008 y 2009 de la mano del sueco Sven Goran Eriksson. Tras el campeonato ante Monarcas en 2011, emigró a Tijuana. Para muchos, una pérdida irremplazable pues ya era un símbolo universitario. Fueron 347 juegos, 17 goles… 10 años. En Xolos no cesó en calidad y la inercia ganadora en su sangre lo llevó a levantar el único título del equipo fronterizo junto a Antonio Mohamed, en el Apertura 2012. Estuvo un par de torneos con Tijuana, para regresar a su casa, Pumas, pero ya nada fue lo mismo. En 2014, decidió decirle adiós a las canchas.
¿Dónde está hoy Leandro Augusto?
El adiós de Leandro cimbró fuerte por todo Ciudad Universitaria. Sobre todo porque era de esos extranjeros que llegaron a ser queridos y sumar historia a las vitrinas de los felinos. Se preparó para ser técnico y fue auxiliar de Paco Palencia en su etapa como entrenador del equipo en 2016 por un año. Tras el despido de Palencia, Leandro permaneció en la institución como entrenador de fuerzas básicas hasta el trabajo actual que lo vincula entre Directiva y Equipo de Primera División.