Es innegable que la Federación Mexicana de Fútbol ha hecho muchas locuras. Cuestionables, polémicas, debatibles, argumentables pero en su mayoría inverosímiles. Posiblemente una de las peores ( en 95 años de historia) sea la contratación del sueco Sven Goran Eriksson como entrenador de la selección nacional en 2008.
Tras el el Mundial de Alemania 2006, donde por cierto, Ricardo Lavolpe ha sido el único técnico en completar un proceso (y el que más ha durado en el cargo) , la Femexfut nombró a Hugo Sánchez como mero capricho del “Pentapichichi”, quien llevaba años exigiendo una oportunidad. Sin embargo, Hugo fracasó rotundamente como timonel azteca.
La Federación quiso un remplazo de calidad y pensar bien las cosas. Jesús Ramirez fue el interino para los compromisos que ya estaban pactados. Entonces Justino Compeán, presidente de la Femexfut, se decantó por Sven Goran Eriksson, quien venía de dirigir (con poco éxito) al Manchester City.
El malinchismo mexicano alzó la voz en su máxima expresión con la contratación de este técnico que tuvo motivos de ser aplaudido tras dirigir a la Lazio de Italia y a la selección inglesa, pero que desde entonces sus momios bajaron considerablemente.
Eriksson inició su carrera como técnico a finales de los años 70 en su natal Suecia. Dio el salto al primer equipo grande, el Benfica. En Portugal ganó con las águilas 3 ligas, una copa y perdió la final de la Copa UEFA. Tuvo revancha con este equipo donde alcanzó la final de la Champions en su segunda etapa, misma que perdió también.
A pesar de ellos, tuvo incrementó su credibilidad y se marchó a Italia para dirigir a la Roma y a la Fiorentina. Con el equipo capitalino logró una copa. Llegó entonces a la Sampdoria donde ganó lo mismo. Sin embargo ha sido el equipo que más tiempo ha dirigido. Lo hizo en 170 partidos, de 1992 a 1997 con la desventaja de ser además un equipo con menos convocatoria que el romano.
Llegó entonces su etapa más prolífica. Fue con la Lazio a quienes dirigió de 1997 a 2001. Con ellos, ganó una liga, dos copas, dos supercopas, una UEFA y una super copa de la UEFA, lo que le valió ser entrenador del año en aquel país.
La abundancia de títulos con el conjunto biancocelesti llamó la atención de otra Federación destinada al fracaso: la inglesa. En enero de 2001, fue nombrado seleccionador de Inglaterra.
Dirigió el Mundial de 2002 y 2006. En ambas cayó en los cuartos de final. En Corea fue eliminado ante Brasil y en Alemania 2006 frente a Portugal en penales. Mismo caso en la Eurocopa llevada a cabo en el país lusitano, donde cayó también frente al anfitrión en cuartos de final desde los 11 pasos.
Sin embargo, el accionar de Inglaterra no fue malo y le valió ser técnico del Manchester City en 2007. Aquí, fue donde realmente inició la debacle. Eriksson no volvió a ganar más. Absolutamente nada.
Un año de fracaso con los citizens lo llevó al despido. Fue entonces cuando sorpresivamente, fue presentado como dirigente del barco azteca en Junio de 2008. La eliminatoria fue un auténtico desastre. Eriksson tuvo problemas con el idioma, con los periodistas, con los jugadores, con la afición… básicamente con todo el país. México, al borde del nocaut, decidió entonces cesar de su cargo al sueco luego de una derrota ante Honduras y el riesgo latente de no ir a Sudáfrica 2010 (donde una vez más, el bombero Javier Aguirre nos haría el favor de calificarnos).
Con Eriksson prácticamente desterrado del país, se empecinó a dirigir una vez más una Copa del Mundo y lo logró. Costa de Marfil lo llamó solamente para dirigir el aquel Mundial en África. Tomó las riendas desde Marzo y sujeto a resultados. Con “Los Elefantes” no logró avanzar a los Octavos de Final y fue despedido acabando la justa mundial.
Volvió a Inglaterra con el prestigio herido a dirigir al Leicester City. Lo salvó del descenso aunque fue despedido por el mal arranque en su segundo año dirigiendo a los foxes.
Tomó la decisión de aventurarse a China en Junio del 2013 y no saber más nada del resto del mundo.
¿Dónde está Sven Goran Eriksson hoy?
Eriksson lleva dirigiendo en China 4 años. Lo hizo primero con el Guangzhou el primer año. Pasó al Shanghai SIPG por dos años y finalmente Shenzhen FC donde hace un mes fue despedido tras 9 partidos sin conocer la victoria. Hoy, el sueco es libre de poder dirigir el equipo que quiera. Lejos del futbol de élite, con el prestigio cuestionado y recién despedido de una de las peores ligas del mundo y sin saber lo que es ganar algo desde hace 17 años.