Rápidamente le encontraron parecido a Shrek o a un ogro por su físico. De hecho, así le llamaban muchos. Pero no solamente por su gran parecido a un monstruo de cuentos de hadas, sino por su manera de actuar. Rudo, sin medir consecuencias, tosco, torpe y rocoso… así era Thomas Gravesen, el danés que alguna vez vistió, paradójicamente, la pureza de a camisa del Real Madrid.
Jugaba de medio centro de toda la vida. Surgido a mediados de los años 90 del Vejle BK donde jugó por 4 años. Al ser la liga danesa un campeonato poco difundido fuera del país y sobretodo, de no tan alto nivel, emigró como casi todos los futbolistas destacados de ese país, a la Bundesliga para enrolarse con el Hamburgo. Fueron un par de años exitosos en Alemania siendo titular desde su llegada.
Entonces llegó al futbol de Inglaterra donde la exposición fue máxima para él. Sólido en el centro del campo del Everton, destruyendo cualquier intento de ataque rival. No tenía mucho gol, pero tampoco era su rol. Fueron 5 años vestido de azul en un equipo que olvidó cómo se ganaba hace mucho tiempo atrás. Sin embargo, para Gravesen el sinónimo de ganar era arruinar y así lo hizo por esas 5 temporadas, infundiendo miedo a quien tuviera que enfrentarlo en un mano a mano.
Subía al área a tratar de rematar, pero su torpeza muchas veces le impedía acomodarse bien para hacerlo. Él prefería usar su corpulencia para apagar cualquier intento de amenaza del contrario. Thomas Gravesen se consolidó con su selección también donde fue pieza clave para Morten Olsen. Vestido de rojo, jugó el mundial de 2002 y un par de Euros (2000 y 2004). Todo, mientras jugaba con el Everton.
Terminó el verano del 2005 y llegó la oportunidad (increíble para todos) por parte del Real Madrid. Un cuadro merengue repleto de estrellas como Zidane, Beckham, Ronaldo, Van Nistelrooy… por lo mismo la incredulidad de todo el mundo por esa oferta lucía improbable. Fueron 2.5 millones de libras para que el danés fichara por el Madrid y así fue.
El equipo esa temporada tuvo múltiples técnicos en el banquillo. A unos les gustaba su juego, a otros no. El Madrid no fue campeón ese año que estuvo Gravesen y para colmo, salieron goleador del Bernabéu a manos de su rival FC Barcelona. El danés era tosco y agresivo muchas veces durante los partidos y era cuestión de tiempo para que explotara la presión de él hacia alguien más. Y así fue… Gravesen lesionó a Robinho en un entrenamiento y las cosas se tornaron difíciles entonces.
Al final de temporada llegó el técnico italiano Fabio Capello y le dijo que no contaba con él. Gravesen tuvo que despedirse de sus compañeros y se fue al futbol de Escocia. Ahí logró lo que no había podido antes, ser campeón. Tras dos años con los “católicos” regresó a donde realmente fue feliz: el Everton. No fue lo mismo ya. Como en todos los regresos, el danés sufrió la falta de juego al no ser titular y decidió retirarse al cabo de un año jugando muy poco.
¿Dónde está hoy Thomas Gravesen?
Tras su retiro, muchos aficionados le pidieron que no lo hiciera, pues aún podía dar más, posiblemente en una liga de menos exigencia como la de su país. Sin embargo, Thomas optó por mantener inactivo y alejarse del futbol. Invirtió en algunas empresas y se fue a vivir el sueño americano en Las Vegas. Sus negocios dentro de la unión americana están estimadas en más de 100 millones de dólares. De futbolista a millonario. Cómo da vueltas la vida.