Se dice mucho en el fútbol que hay futbolistas que suelen nacer en países equivocados, o en su defecto en una generación de aquel país en la que no le correspondió juntarse con otros grandes nombres para hacer cosas importantes por un tiempo prolongado. Esto le ha pasado a nombres como Zlatan Ibrahimovic, Alexander Hleb, George Weah, Ryan Giggs, Jorge el ‘Mágico’ González, entre otros nombres, como el de Tomáš Rosický.
Si bien, ‘El pequeño Mozart’, como se le conoce a Rosický desde siempre, alcanzó a jugar con la leyenda de Pavel Nedved y a formar parte de una generación dorada que tuvo la República Checa entre los años 2000 y 2006; el ex jugador del Arsenal se quedó prácticamente solo, junto al portero Peter Cech, para intentar reconstruir y guiar la nueva generación de la absoluta de su país.
Rosický fue un genio con el balón desde niño. Dueño de una pegada impresionante y gran visión de juego, sus cualidades lo llevaron a pasar por todas las categorías inferiores de la selección checa y rápidamente los grandes clubes europeos se fijaron en el talento del ‘pequeño Mozart’ para potenciar su plantilla.
Debutó con el Sparta Praga en 1998 y dos años más tarde ya era llevado a la Eurocopa que se disputó en Bélgica y Holanda. Tras su actuación en la competición internacional, el Borussia Dortmund se hizo con sus servicios. Allí, con los «Black and Yellows» se volvió figura indiscutible, se ganó a la afición y se volvió un histórico para el club que le dio su único título de Bundesliga en 2002.
Su destacada calidad demostrada temporada tras temporada en el fútbol alemán llamó de nuevo la atención de grandes clubes, sin embargo, fue Wenger quien consiguió convencerlo de recalar en otro Arsenal de época. Con los ‘Gunners’ conseguiría ser también protagonista en una plantilla plagada de estrellas como Thierry Henry, Sylvain Wiltord, Jens Lehmann, Kolo Touré, Gilberto Silva, Freddie Ljungberg, Robin Van Persie, Julio Baptista; y las irrupciones de los también jóvenes Cesc Fàbregas y Theo Walcott, junto a la propia incorporación del talento checo.
¿Dónde está Tomáš Rosický?
Tras su importante desarrollo y madurez con la entidad del norte de Londres, jugó durante diez temporadas en las que le fue esquivo el título de Premier League; no obstante, también se volvió un recurso importante para los ‘Artilleros’ y es considerado uno de los jugadores históricos del club. Con los ‘Gunners’ levantó dos títulos de FA Cup y dos de Community Shield.
Al final de la temporada pasada, su matrimonio con el club que más le vio crecer se terminó. Poco a poco el que fuese proclamado futbolista checo del año en tres ocasiones y balón de oro checo en una oportunidad, perdió protagonismo debido a las lesiones, por lo que ahora ha decidido regresar al club que le vio nacer como futbolista , el Sparta Praga, para pasar los últimos años de su carrera.
Rosický también es aún recurrente en las convocatorias de la República Checa, selección de la que actualmente ejerce como capitán.
Dato curioso
Su desempeño dentro del Borussia Dortmund fue tal que enamoró a la afición casi de inmediato, niños que lo veían jugar querían ser como él, y hubo uno que logró ser igual o más protagonista que el propio Tomáš Rosický. Marco Reus, confeso aficionado y también jugador del Dortmund, ha declarado varias veces que el ‘pequeño Mozart’ ha sido su ídolo siempre y le recuerda mucho de su etapa por el club de sus amores.