Campeón del Mundo Sub 17 con México (primer título mundial), campeón en Holanda con dos equipos distintos, además de haber jugado en la Liga Española (donde lo hace aún actualmente) y en la italiana. La carrera de Héctor Moreno ha estado repleta de buenos momentos. Canterano de Pumas, pero pudo ser una joya más de la juventud rojinegra.
Cuando pensó ser futbolista, lo primero que se le vino a la mente, fue la exitosa maquiladora de futbolistas que tiene el Atlas. Oswaldo Sánchez, Jared Borgetti, Pavel Pardo, Rafael Márquez… demasiados. Muchos grandes futbolistas que ha formado La Academia. Pero con el sinaloense, no fue así.
El defensor recordó que durante esa etapa, en su adolescencia, lo rechazaron y pensó en no jugar nunca más, pero su mamá fue la que lo obligó a probarse con Pumas cuando tenía 15 años y ahí sí se quedó. Y entonces, la vida cambió para él. “Antes estuve seis meses en Atlas con 14 años. Al término de ese tiempo me dijeron que no valía para el futbol y regresé a casa.
“Tenía 15 años pero como me habían dicho que no servía para el futbol, me lo creí. Mi madre vio que hacían pruebas de una semana en Pumas y como es muy aficionada, me obligó a presentarme. No quería volver a salir de casa, fui por complacerla y con el billete de vuelta. Como no quería quedarme hice las pruebas tan relajado que las cosas me salieron increíble. Me ficharon y pasé 5 años ahí, dos en el primer equipo. Salí futbolista gracias a ella”, dijo en entrevista con el Diario Vasco de España.
Moreno recordó también su paso por el AZ Alkmaar de Holanda, club que significó su primera experiencia en el balompié europeo y donde ganó su primer título de la Eredivisie, bajo las órdenes de Louis van Gaal. En este equipo, además fue campeón de la Supercopa holandesa.
“Lo primero, me obligó a aprender holandés. Y le estoy agradecido porque me permitió integrarme en la vida del país. Como técnico era muy exigente, no te dejaba pasar una. No podías fallar un pase, un control. Siempre lo tenías encima de ti. No valía entrenarse a medio gas. Al principio cuesta pero después, cuando lo asimilas, creces sin darte cuenta. Además tenía un estilo de juego que obligaba a los centrales a sacar el balón controlado y eso me hizo crecer mucho”.
Sobre la lesión que sufrió en el Mundial de Brasil 2014 en los octavos de final ante Holanda, el canterano felino explicó que fue un duro golpe a su carrera porque tenía varias ofertas sobre la mesa para salir del Espanyol de Barcelona.
«Fue un momento duro. Antes del Mundial tuve en mis manos varios contratos de clubes de renombre que querían firmarme. Era mi sueño cuando vine a Europa. Pospuse la decisión hasta terminar el Mundial pero en el partido de octavos contra Holanda me rompí la tibia en un choque fortuito con Robben. Todo se esfumó de repente pero lo que más me dolió fue caer eliminados”, sentenció.
Hoy, Moreno milita para la Real Sociedad, equipo donostiarra que lo fichó hace muy poco tras su casi nula actividad con la Roma. El plan de Héctor, es llegar en buena forma a la Copa del Mundo de Rusia. Para ello, requiere de minutos, tal como Eusebio Sacristán, técnico txuri-urdin, podría dárselos. Moreno esta 100% seguro en la lista de Osorio pero el ritmo es lo primordial para él. Hipotético canterano atlista o canterano de Pumas, la realidad es que Héctor Moreno nació para jugar futbol y el futbol lo eligió para hacerlo triunfar.