Fue como en las películas de adolescentes americanas. La chicflic de Hollywood. Esas donde el galán de la Universidad, que todas admiran, conquista a la líder de las porristas para luego enamorarse perdidamente de la chica tímida y enigmática.
La historia de Jordan Morris incluye todos esos aspectos emocionales, pero dentro de una cancha de futbol. Es un chico de 22 años que hoy, es el nombre del éxito. Estados Unidos consiguió su sexta Copa Oro gracias a un gol de Morris a dos minutos del final ante Jamaica.
Jordan Morris vive un sueño que hasta hace unos meses no pensaba tener. SI bien el futbol siempre le ha gustado, el trabajo y disciplina lo llevó hasta una cancha profesional. Este chico apenas a los 10 años ya era material moldeable para el balompié.
Morris se unió a la academia de futbol del Seattle Sounders, de donde él es originario, pero en 2013 se unió al futbol colegial. El deseo de tener una carrera de este chico eran más que sus ganas en el futbol, sin embargo ese sueño jamás lo dejó de lado.
En 2013 jugó para la Universidad de Stanford donde estudiaba. Los Sounders quisieron firmarlo a toda costa pero Jordan tenía un compromiso con su equipo universitario, al cual llevó a ganar la Copa Universitaria.
En Agosto de 2014, fue llamado por primera vez a la selección mayor para un amistoso ante República Checa. Fue ahí cuando se convirtió en el primer jugador universitario en jugar para el combinado absoluto norteamericano desde que Chris Albright , que entonces jugaba para la Universidad de Virginia, lo hiciera en 1999.
No jugó un solo minuto aquella vez pero fue llamado 3 meses después ante Irlanda, donde jugó pero no anotó. Hizo entonces historia el 15 de Abril de 2015 anotándole gol a México en un Amistoso en San Antonio.
En Enero de 2016, dejó la universidad para convertirse en profesional firmando con el Seattle Sounders, a quienes por fin se les hizo el deseo. A la fecha tiene 14 goles en 50 partidos. Este 2017 ya suma 4 goles en 11 encuentros, incluyendo, tal vez el más valioso de su corta carrera: el del título ante Jamaica en la Copa Oro.
Jordan Morris llámala atención no por ser un fenómeno dentro de la cancha, sino por su singular historia que hace soñar a más de uno, que nunca es demasiado tarde para convertirse en un héroe nacional, especialmente si vienes del total anonimato.