Historias dentro de los Mundiales, muchas. De terror, de júbilo, insólitas, increíbles, fantasiosas y fantásticas…
Cuando la pelota rueda, las historias van detrás de ellas rodando. Cada gajo, desprende una anécdota. En cada jugada emana un nuevo comienzo con el fin que todos esperan y que nadie esperaba.
Juan Eduardo Hohberg protagoniza la historia de la vida después de la muerte. Textualmente hablando. Delantero argentino naturalizado uruguayo que se formó en Rosario Central pero entregó su vida al Peñarol charrúa. Ahí ganó 7 Ligas y una Copa Libertadores. Leyenda, emblema, inolvidable del equipo aurinegro.
En 1954 el Rock and Roll estaba naciendo. Elvis grababa su primer disco. En la pantalla grande, Ian Fleming estrenaba al agente 007 en Vive y deja morir y Godzilla emergía de las aguas japonesas. En el arte, dejaba de existir Frida Kahlo y JRR Tolkien introducía su primer libro del “Señor de los anillos”. En el deporte, Juan Manuel Fangio dominaba las pistas de Fórmula 1.
En el futbol, nacía la UEFA y el St. Jakob Park abría sus puertas para el venidero Mundial de Suiza 1954. La oportunidad de oro para Juan Eduardo Hohberg de brillar con la selección uruguaya.
La “celeste” accedió sin problemas a la siguiente fase (Cuartos de Final) para ahí vencer a Inglaterra 4 a 2. Entonces en las semifinales llegó Hungría y una generación irrepetible (literalmente) con Kocsis, Czibor y Puskas. Los húngaros comenzaban ganando 2 a 0 y se auguraba entonces la primera derrota de Uruguay en Copas del Mundo. Pero Hohberg, al minuto 75 acortó distancias.
Faltaban 4 minutos para el final. El delantero de potente disparo de larga distancia y habilidoso con la cabeza, apareció frente al arquero europeo para batirlo y poner el empate que mandaba a tiempo extra. Schiaffino y compañía corrieron a abrazarle. Juan Eduardo quedó tendido en el pasto recibiendo la alegría de sus compañeros. Pero al deshacerse la congestión humana, Hohberg, tendido sobre el terreno, no se movía.
Los compañeros al percatarse de eso, llamaron al banquillo clamando ayuda. Juan Eduardo no respiraba, no se movía… había sufrido un paro cardíaco.
Lo reanimaron. Hicieron lo humanamente posible para que volviera en sí hasta que lo lograron. Aunque el delantero se puso de pie, no pudo continuar. Por ello, Uruguay inició los tiempos extra con 10 hombres. Finalmente Hohberg entró de nuevo pero ya nada pudo hacer y Hungría anotó un par de goles y se llevaron el partido 4-2. Finalmente perdieron ante Alemania el título.
Jugó 8 partidos con Uruguay donde votó 4 goles. Todos, en aquel mundial jugado en Suiza. Terminó su carrera en e Deportivo Cúcuta de Colombia. Se volvió entrenador, donde exitosamente logró 4 Ligas, todas en el futbol peruano. Falleció en ese país a los 68 años.