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Las cábalas dentro del futbol: ¿método infalible para la suerte?

Argentina's coach Diego Maradona reacts during the game.

Mucho se dice de las supersticiones en el mundo. Unos no las creen, otros argumentan que de no creerlas, generas mala suerte. Cosas tontas… caminar por debajo de una escalera, romper un espejo, un gato negro… cosas.  Es una simple creencia contraria a la razón por alguna explicación distinta a lo que en realidad es. Vamos, patrañas como dicen los abuelos.

En el futbol (en los deportes en general), esto es algo, muy común. Tanto, que existen equipos enteros que se encomiendan o evitan algo con tal de tener un resultado positivo o que al menos no altere el destino (que para otros tantos ya está trazado).

Hernández reza siempre previo a los partidos sin importar qué camisa use. Source: El Comercio.

Es normal. Son cábalas. Las creencias que se imponen desde entrenadores o bien, los mismos jugadores con unas propias implorando a alguna divinidad o ancestro para energía o fuerza. Por ejemplo, Gustavo Costas, técnico argentino del Independiente de Santa Fe, siempre tiene un rosario en la mano cuando va a iniciar el encuentro. Besa una y otra vez a la virgen que tiene colgada en el pecho pidiéndole claridad para leer los partidos y que nadie salga lesionado.

Javier Hernandez segundos antes de iniciar como titular los partidos, se hinca para rezar en el centro del campo. Esto lo hace desde su debut en Chivas hasta hoy en el West  Ham. La razón, desde siempre su familia es devota a la religión católica y él, incluso en fuerzas básicas, aprendió a dar gracias a Dios por las bendiciones que tiene y tuvo.

Arshavin no habla con su esposa el día del partido. Source: Bashny.

Otros tienen cábalas con más locuras. El jugador ruso Arshavin no habla con su esposa el día del partido. Cuando formaba parte del equipo peterburguense Zenit, podía hacerlo más fácil, pues a los futbolistas los concentraban un día antes del juego. Sin embargo, al pasar al Arsenal la situación se ha complicado. Los futbolistas del club pasan la mañana antes del partido en casa, así Arshavin y su mujer “no se hacen caso” uno a otro durante medio día.

El defensa inglés, ex del Chelsea John Terry, en los trayectos del autobús rumbo al estadio, se sienta en el mismo lugar. Además, cuando se prepara para el partido, se da tres vueltas de cinta alrededor de las medias y escucha siempre la misma música camino al estadio.

Goycochea fue pieza clave para que Argentina llegara a la final en Italia 90. Source: NTD.

Una de las cábalas más extrañas es sin duda la de Sergio Goycochea, arquero de Argentina en el Mundial de Italia 1990. “Goyco” orinaba en la cancha antes de las definiciones por penaltis. Al menos ese mundial le funcionó a pesar de perder la final frente a los alemanes.

Durante el Mundial de 1998 en Francia, el rito que llamó la atención de la prensa mundial, fue entre el defensor Laurent Blanc y el arquero Fabien Barthez. El zaguero, Blanc besaba la cabeza a su portero en los momentos previos a cada partido. Lo hizo durante todo la Copa del Mundo. Al final, llegaron a la final y la ganaron 3 a 0 frente a Brasil.

Hugo Sánchez calentaba sin patear al arco para no «salar» los goles. Source: Publimetro.

Hugo Sánchez y Gary Lineker, delanteros feroces de área, compartían una: no pateaban a la portería en el calentamiento “para no gastar goles”. Se dedicaban a tocar el balón y estirar junto con el equipo.

Y bueno, la más curiosa… Maradona como técnico en el Mundial de Sudáfrica al frente de Argentina, usaba dos relojes… por aquello de la hora.