El Real Madrid tiene a Cristiano, Barcelona a Messi y Liverpool a Salah. Para la justicia del futbol, esta debe ser la terna que compita por el Balón de Oro. Mohamed Salah grita al mundo que el mundo árabe tiene un digno representante en el futbol con él. Liverpool fue una aplanadora y goleó a la Roma en Anfield 5-2 y puede presumir de antemano una final más de Champions League.
Firmino, Mané y Salah. En el orden que sea y que quieran, pero siempre los mismos. La ofensiva no más temida pero ya muy respetada le pasó por encima a un cuadro romano que no metió ni las manos los primeros 80 minutos. La gente en Anfield sabe que no habrá Liga y Copa, pero quieren la más importante de todas. La que no ganan con mucha frecuencia pero que saben lo que es levantarla. La que Gerrard levantó todavía atónito e incrédulo luego de la irreal remontada que le hicieron al Milan hace ya 13 años.
Liverpool ha rejuvenecido. Se ha vuelto a meter a la elite europea con Jurgen Klopp, un ADN nuevo que puso de nuevo en el mapa a los que habían olvidado al Borussia Dortmund. Los reds, con cuadro titular apedrearon la meta italiana ante la presencia de Francesco Totti en la grada que anhelaba otra noche mágica como aquella en el Olímpico frente al Barcelona. Pero Salah quiere figurar y salir en la foto cuantas veces sean necesarias. Lo ha hecho, con esta noche, 43 veces. 43 goles del egipcio.
El primero pasando la media hora de juego, al 36′ poniéndolo en el ángulo de la portería. Donde meta Allison no podría llegar. El segundo, cuando el arbitro tenía el silbato en la boca para irse al descanso picando el balón por encima del portero brasileño tras una magnífica asistencia de Firmino. A Mané le anularon un gol poco después y todo quedó en susto, pero no en punto final a la historia.
Para la segunda mitad, Salah se convirtió de matador a gestor. Regaló dos goles a Mané y Firmino de forma consecutiva y a puerta vacía. El 3-0 primero desbordando por la derecha y mandando centro que el senegalés empujó. El cuarto misma dinámica que finiquitó el brasileño.El 5 a 0 lo redondeó el propio sudamericano tras un tiro de esquina.
Klopp decidió honrar a Salah y lo sacó y entonces Anfield lo aplaudió de pie. Sin el egipcio, la Roma despertó y Edin Dzeko marcó el 5-1 al 81‘ . Al 86’ una mano de Milner provocó un penal que Perotti cambió por gol y puso el 5-2 que aunque sigue siendo goleada, da una ligera esperanza al cuadro romano de hacer, otra vez 3 en casa.