No vamos a hablar de récords típicos. Goles, campeonatos, goleadas… ¿Por qué no le echamos un ojo a los récords más atípicos?
Kristof Van Hout nació hace 30 años en Limburgo, Bélgica. Es el portero más alto del mundo. De hecho, es el futbolista más alto de la historia. Mide 2.08 metros y juega en la segunda división de su país para el KVC Westerlo. ¿Se imaginan si hubiera elegido el básquetbol?. Debe ser muy difícil hacerle gol en saque de esquina…
Willie Foulke nació en 1864. Obviamente ya murió (en 1906). Será recordado siempre por sus poco más de 150 kilos. Era portero del Chelsea y Bradford City y adivinen cuál era su debilidad. Sí, los pasteles. No hay que echar mucha imaginación a su apodo: “Fatty” (o gordito en español). Se le recuerda por todos los estadios de Inglaterra cuando los aficionados le cantan a algún jugador gordito la canción de Who ate all the pies? (¿Quién se comió todos los pasteles?). ¿Quién más? Si no William Foulke.
Cuando algo te apasiona, es realmente complicado dejarlo de lado. Así le pasó a Stanley Matthews. Se rehusaba a dejar el fútbol… hasta que las piernas no lo dejaron más. Se retiró en 1966 a los 51 años y se convirtió en el jugador más longevo del mundo. Su curioso récord perduró mucho tiempo. Hasta que el uruguayo Robert Carmona lo rebasó y hoy, a sus 55 años, con el Inter Ibiza, es el jugador más viejo en jugar profesionalmente.
¿Cuántas veces durante el recreo dejábamos al más bajito de la clase para elegirlo al final cuando se trataba de formar equipos de fútbol?. Eso le pasó a Daniel Villalva con seguridad. Solamente que el apodado “Keko” sorpresivamente llegó a jugar profesionalmente. Juega en México. Mide 1,55 metros y es (registrado) el futbolista de menor estatura. Ha jugado en el River Plate de Argentina y actualmente es el centro delantero del Veracruz. Chiquito pero picoso.
Imagínense preparase toda la semana durante el entrenamiento, cuidar la alimentación, practicar las jugadas del entrenador una y otra vez. Todo lo que conlleva jugar un partido de futbol. Y cuando llega… comienza el juego…1…2…3… expulsado. Así le pasó al inglés David Pratt , y es el jugador en ser expulsado en el menor tiempo posible. Sucedió en una liga menos en Inglaterra cuando Pratt pateó a un rival comenzando el juego y el árbitro no dudo en mostrarle la tarjeta roja.
Cierto que los récords en cuánto a números se refiere cuentan y son estadísticas que nos permiten medir la efectividad y talento de un futbolista. Pero existen también los récords curiosos y aunque algunos no son nada presumibles, son parte de la historia del futbol y seguramente, más divertidos que muchos otros.