X

El “Mono” Montoya y la peculiaridad convertida en 3 descensos 

Cierto que es mucho más sencillo que destaque un delantero o un mediocampista antes que un portero. Es también cierto que para que un portero sobresalga, deben haber dos factores: la espectacularidad en sus atajadas y (¿Por qué no?) su ropa.

Porteros como Campos y Seaman usaron uniformes «pintorescos».
Source: Pinterest.

Es posible que Jorge Campos sea de los pocos cancerberos en cumplir ambos requisitos. Sus coloridos uniformes dibujaban su éxito a veces mucho más que sus propias atajadas. Sin embargo, a pesar de que Campos nunca jugó en Europa, es considerado de los mejores porteros de la historia.

Montoya en el Independiente de Santa Fe y un uniforme sobrio.
Source: Futbol Red.

El Caso de Carlos Fernando Navarro Montoya es distinto. Es incluso muy posible que por medio de ese nombre, nadie se acuerde de quién es él. Por eso, preferible llamado el “Mono” Montoya.

Colombiano de nacimiento, adoptado por Argentina, aunque su padre lo era. De hecho, ahí mismo inició su carrera como profesional, en el Vélez Sarsfield, en 1983. A pesar de todo ello, prefirió jugar para Colombia durante la eliminatoria del Mundial de 1986, donde solo apareció 3 veces y fue borrado. De hecho, pudo jugar para la albiceleste, donde incluso la FIFA le otorgó permiso, pero jamás fue llamado.

Su uniforme en Boca, llevaba un camión dibujado.
Source: ABC.

Realmente su carrera la hizo con Boca Juniors. Es lo más destacado y donde más cariño llegó a cosechar. Incluso, con los xeneizes fue campeón de Liga y obtuvo varias Copas de todo tipo de importancia a nivel internacional.

Llamaba la atención el peculiar uniforme que usaba con Boca. Además de los extraños diseños que sacaba cada partido, normalmente se le veía al frente de la camisa, una caricatura de un autobús. Esa especie de trailer que portaba al frente, era uno que él mismo conducía.

Los uniformes que usaba, fueron sensación en Argentina.
Source: 11 metros

En 1996 emigró al futbol de España. Primero, recaló en el Extremadura donde en su torneo de estreno, descendió, quedando a un punto de la salvación y 64 goles encajados. La directiva del Mérida lo contrató para defender la portería. La misión era clara: mantener la categoría. Montoya jugó el torneo completo. Desafortunadamente, recibió 53 goles y la penúltima posición. Una vez más, descendió.

Para la siguiente temporada, (y a pesar de esa tarjeta de presentación) el “mono” fue contratado por el Tenerife. Titular indiscutible. Sin embargo, fue la segunda peor defensa con 63 goles permitidos y sí… una vez más, descendió.

El «mono» durante su etapa en Extremadura.
Source: En una baldosa.

La mala suerte (o mala broma del destino) no le agradó y emigró al futbol chileno, un cuarto de temporada. Posteriormente deambuló por Argentina, Brasil y Uruguay, donde finalmente se retiró en 2009 con el Tacuarembó, para iniciar su carrera como técnico.

Misma que fue muy pero muy efímera. Apenas 5 juegos dirigidos con el Chacarita Juniors donde únicamente ganó uno.

Montoya descendió 3 veces consecutivas.
Source: Navarro Montoya.

El “Mono” Montoya no solamente es una figura mediática por sus llamativos uniformes. Tampoco lo es por los 16 escudos que defendió  o su personalidad multifacética. Es el portero que descendió 3 veces consecutivas. Nada, absolutamente nada puede pesar más, que ser el portero del equipo que descendió tantas veces y de manera consecutiva. ¿Mala suerte? Quizá. Montoya era mucho mas que 3 terribles descensos.