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Monterrey y Tigres empatan en el derbi regio que tuvo de todo

A quien le quede duda aún, aquí están los dos equipos más poderosos de México. Tigres y Monterrey disputaron hace unos meses una final (por cierto la Liga femenil hace lo propio entre estos dos equipos) y hoy se vieron las caras en el Clásico Regio edición 116. La rivalidad que tienen estos dos no es entendible para muchos fuera de Monterrey. Como se viven estos partidos, es una cofradía que no rebasa los limites de Nuevo León pero que pone a todo el país al pendiente por las grandes figuras que representan a estos cuadros.

De principio a fin hay guerra. De hecho, la hay desde antes de iniciar el encuentro. En concreto, por el minuto de silencio que detonó a burla la «muerte» del Monterrey. La afición felina guardó silencio por 60 segundos, al mismo tiempo la de Rayados cantó y cantó. Pero el silencio pesó más que los gritos de guerra. Entonces el silencio cesó y comenzó el cántico. Otro de burla;  “llora Monterrey, perdiste la copa” se escuchó por todo rincón del Volcán que como cada 15 días hace erupción por un motivo u otro. De alegría o de coraje.

En la guerra y en el amor todo se vale, dicen. Pues también en el futbol. Una jornada 17 que marcó este partido como el más atractivo a pesar de ambos estar ya en Liguilla. Han sido 116 veces que se han visto las caras y no ha habido una sola, que se hayan ido en paz de un lado o del otro. Ni de violencia, ni de futbol. Que quede claro, por la pelota no queda respeto entre ellos. Aunque ya con boleto en mano, lo que significa el juego lo entienden Tuca y Mohamed. Ambos mandaron al mejor arsenal posible. 

A toro pasado, Rayados trató de sanar las heridas que siguen abiertas desde hace meses. Por lo mismo, comenzó agresivo. Siempre al frente, de hecho. Dentro de la cancha, los 22 actores cumplieron. El que no lo hizo fue Pérez Durán el árbitro. Pasaban 10 minutos y Nico Sánchez volvió a silenciar a la grada felina, pero esta vez, el silencio fue de verdad. Marcó el 1-0 que mejoraba a Rayados en la tabla. Era la única consigna. Lo mismo de los de enfrente. Enner Valencia al 19′ empató momentáneamente. De ahí, el primer desliz del colegiado. El gol del ecuatoriano, fue en claro fuera de juego. Por si fuera poco, un claro penal sobre Avilés Hurtado al 37′ hizo que el árbitro se tragara el silbato. No lo marcó y las cosas se pusieron todavía más feas.

Monterrey y Tigres empataron y esperan ver si mejoran o empeoran en la tabla. Source: Imago7.

Así se fueron al descanso. Para la segunda parte, de nuevo Sánchez que se disfrazó de héroe y centro delantero marco al 52, pero Gignac siempre Gignac, lo empató a los 5 minutos. El resto de las acciones fueron de toma y daca. El marcador ya no se movió y el Monterrey se tuvo que ir con mal sabor de boca. Por el empate, por el gol en fuera de juego y por el penal no marcado. Da bronca para Mohamed pero ahora, a pensar en Liguilla y nada más. Los dos serán protagonistas de nuevo. Garantizado.