La mayoría de los chicos que juegan futbol en un parque o en los descansos de las escuelas sueñan que son grandes ídolos. Anhelan ser vitoreados por miles de personas en un estadio lleno de aficionados aplaudiendo y gritando su nombre. En la adolescencia, esos sueños se tornan menos reales pero latentes aún a pesar de las múltiples obligaciones escolares y sociales.
Ser un chico de 17 años no es del todo fácil. Sientes que los grandes amores son los primeros. Las aventuras con los amigos son siempre las mejores. El mundo se rinde ante ti y las lecciones de los adultos son simple palabrería. Las obligaciones son mínimas, aunque los problemas son los más pesados. Sienten que no tendrán solución y las decisiones son más fáciles con los ojos cerrados.
Norman Whiteside no pudo vivir todo eso. Jamás pudo jugar bajo la lluvia, hacer bromas inocentes a los profesores en las escuelas o patear una pelota contra la pared hasta cansarse. Norman nació en Belfast, Irlanda del Norte y a los 13 años, el Manchester United se había ya robado su niñez.
Entrenaba y llevaba una disciplina a la inglesa. La presión de ser comparado con George Best a los 14 años, pudo haberlo rebasado y acabado con su carrera. En cambio, Whiteside entrenó y se preparó como todo un profesional. El 24 de Abril de 1982, Norman debutó a los 16 años con el United ante el Brighton & Hove Albion. Fue el más joven desde que en 1953 lo hiciera Duncan Edwards.
Fue tan buena la impresión que dio el chico, que cuando cumplió 17, los red devils lo firmaron por 3 años.
El técnico de Irlanda del Norte, Billy Bingham lo había estado siguiendo desde pequeño. De hecho, lo conocía bien. Y lo invitó a participar en la Copa Mundial de España 1982. A Pesar que Norman en el fondo intuía que no jugaría por su juventud e inexperiencia en una justa tan importante como un Mundial, toda la Gran Bretaña se sorprendió ante esta decisión del entrenador.
Pero ante la propia sorpresa del futbolista, el 17 de Junio de 1982, Norman Whiteside debutó como titular ante Yugoslavia en el Estadio de La Romareda en Zaragoza. El empate a cero predominó los 90 minutos. Pero desde que pisó la cancha, se convirtió en el jugador más joven en debutar en una Copa del Mundo a los 17 los y 41 días, superando a lo que había establecido Pelé en Suecia 1958.
Irlanda del Norte pasó en primer lugar de su grupo superando incluso al anfitrión España, pero fue eliminado en la segunda ronda donde no pudo acceder más allá de la ronda de eliminación directa.
Whiteside jugó 7 años más para el United donde anotó 68 goles en 278 partidos entre 1981 y 1989, año que emigró al Everton. Con ese equipo anotó 13 goles en 37 partido. Se retiró en 1991. Su carrera no esta marcada por lo extraordinario realizado en la cancha, sino en ser el niño que se volvió adulto en un Mundial de Futbol a los 17 años. Su récord permanece hasta la fecha intacto.