El ministro de Cultura y Deporte del Gobierno anunció esta semana que la liga profesional de Grecia será interrumpida de manera indefinida luego de que el presidente del PAOK de Salónica, Ivan Savvidis, ingresara a invadir la cancha del conjunto local en el partido ante el AEK de Atenas con un arma de fuego y en aparente actitud de amenaza directa al árbitro.
«Hemos decidido interrumpir la liga. No se reanudará hasta que haya un nuevo marco que sea claro y acordado por todos, con el fin de establecer las condiciones y las reglas», anunció Georgios Vassiliadis, ministro de Cultura y Deporte del Gobierno de Grecia.
Además de toda la repercusión que la noticia ha tenido no solo dentro del país griego sino a nivel mundial y en específico en el mundo del fútbol, las acciones de Savvidis han disparado la alerta del nivel de la seguridad en los estadios de fútbol.
Por su parte, el propio presidente del PAOK se ha pronunciado al respecto diciendo que: «Me quiero disculpar ante todos los hinchas y la comunidad del fútbol mundial. No planeaba pelearme con los árbitros y claramente no amenacé a nadie».
Entre tanto, la policía local ha decidido emitir una orden de arresto contra el presidente del PAOK, aunque según informan medios griegos, Savvidis tendría una licencia para portar armas. No obstante, esto no lo excluye de la irresponsabilidad tras llevar la misma hasta el campo de juego. Saltándose todos los niveles de seguridad.
Reincidencias
Lo del PAOK no es algo nuevo en cuanto a los indicios de violencia que muestra todo el entorno del club. Hace dos semanas, la grada del equipo de Salónica agredió al técnico español del Olympiacos, Óscar García. Por esa agresión, el equipo fue sancionado con las tres unidades del partido, sin embargo, la sanción se le levantó justamente la mañana previa al encuentro ante el AEK de Atenas. Ante todo esto, posterior a la suspensión del encuentro, el técnico del AEK, Manolo Jiménez comentó que: «Esto es lo que me parece increíble, que le perdonen los castigos».