Ni Messi, Ni Ronaldo. El más goleador del mundo es un total desconocido

Son 211 las naciones que están afiliadas a la FIFA. Cada país con sus respectivas ligas tanto de la máxima competición como niveles inferiores. Pareciera increíble que con cientos de equipos en el mundo, los aficionados al futbol solo miraran al Barcelona y al Real Madrid. ¿Porqué? Sencillo. De entrada, son el primero y segundo lugar del ranking de clubes en el mundo. Los mejores, indiscutiblemente.

Pero también son seguidos por muchas otras razones más. Sin mencionar el excepcional marketing que tienen y la capacidad para abrir nuevos horizontes, además de su prestigiosa historia, hay que agregar también sus presupuestos, su protagonismo en campeonatos internacionales… y claro, tienen a los dos mejores futbolistas del momento. Lionel Messi en el Barcelona y Cristiano Ronaldo en el Madrid.

Estos dos equipos, dentro de la Liga Española, han ganado el 80% de los títulos en los últimos 20 años. Sí, puede ser considerada “una liga de dos” y es perfectamente comprensible que la pasión de los neo aficionados al fútbol se inclinen hacia alguno de estos dos clubes.

No es para menos si tanto CR7 como Messi figuran, no solo como máximos anotadores de la historia de sus respectivos equipos, sino dentro de los 10 goleadores más prolíficos de la historia del fútbol.  El portugués  es el sexto mejor histórico con 604 goles en 859 partidos. Hay que recordar que también jugó en el Manchester United y el Sporting de Lisboa. Por su parte, el argentino ha marcado 565 en 701 juegos, todos con el club catalán y es el décimo lugar.

Pero a propósito de este ranking, todos saben, o al menos conocen, a gran parte del “top ten” que lo conforma. Hasta un chico de primaria sabe que en esa lista se encuentra Pelé, Romario, Gerd Muller ; y uno que otro despistado dirá Hugo Sánchez,  Maradona y Di Stefano, que también están pero no dentro de los mejores 10.

Sin embargo, lo curioso es que muy, pero muy poca gente sabe quién es el primer lugar. Se trata del desconocido Josef Bican. Y decimos desconocido porque si bien no es ni mucho menos mediático, tampoco es un nombre que lo tengamos presente en cada momento como sucede con las demás figuras.

Bican sigue siendo un misterio para el fútbol. Se sabe que nació en Viena en 1913 pero  junto con su familia, huyó a Checoslovaquia, de donde eran originarios sus padres, cuando se desató la Primera Guerra Mundial, donde su padre participó y sobrevivió. Murió curiosamente por un golpe en el riñón causado en un partido de fútbol. Aunque no murió de inmediato, los efectos fueron mortales meses después dejando desamparado a Josef y al resto de su familia.

Hay muchas leyendas en torno a Bican. En el registro oficial, marcó 805 goles en 530 partidos. Es decir, marcaba al menos un gol en todos los partidos que jugaba.  Comenzó jugando en las fábricas donde trabajaba. Ganando un dinero extra marcando goles para esas empresas en torneos meramente de ocio entre equipos de otras empresas dentro de la zona. Se decía incluso que jugaba descalzo, prefiriendo hacerlo así para ahorrar el dinero en zapatos y dárselo a su madre.

A nivel profesional jugó en varios equipos de Austria. Inició en el Hertha, pero el Rapid de Viena lo contrató a los 18 años después de demostrar sus capacidades con los pies. Cuenta la leyenda que podía correr 100 metros en 11 segundos y que era efectivo en el 90% de las ocasiones que disparaba a portería. Esto sorprendió a toda Viena y le valió formar parte de la selección austriaca de fútbol durante el mundial de 1934 llevado a cabo en Italia.

Poco antes del inicio de la segunda guerra mundial en 1939, Bican huyó de nueva cuenta a Praga para así estar lejos de los nazis que comenzaban con los planes de invasión a Europa. Ahí, fichó por el Slavia donde juega 8 temporadas. Anotó 328 goles y representó a la selección checoslovaca, aunque ya no pudo jugar el mundial de Francia en 1938. Bican tenía el objetivo de hacerlo en la siguiente contienda intercontinental, pero un año más tarde entonces, estalló la Gran Guerra y con ella, sus aspiraciones de, no solo jugar otra Copa del Mundo, sino de seguir marcando goles.

Este hecho histórico llegó en el momento más inoportuno, pues además de que el conflicto bélico obligó a suspender las ligas europeas, Bican tuvo que cesar de anotar goles y ver como se le esfumaban 6 años de carrera por una situación ajena a él.

Al terminar la guerra, lo buscó la Juventus de Turín, sin embargo, el rechazo de Bican a la vecchia signora fue meramente por ideales políticos, ya que Italia estaba bajo el régimen comunista, que no compartía Josef. Tal vez pateó su suerte, pues el equipo bianconeri ganó 4 títulos en los años 50 , consolidando una hegemonía en su liga esa década, donde pudo ser figura y hacer de su persona, alguien irreemplazable.

Bican, hasta su muerte en el 2001 siempre reclamó la justicia que creía tener, pues muchos expertos cuentan que en realidad metió poco menos de 1500 goles contando amistosos, mientras que él, va mucho más allá, afirmando que anotó unos 5000 goles en total.

Si Josef tenía razón y anotó esos 5000 goles que dice haber marcado, ¿Cuántos tendría en su cuenta si no hubiera existido la guerra?. Es un ejercicio que para desgracia de muchos será siempre un enigma. Tal como su vida que solo es recordada en los libros de historia y que llama la atención cuando repasan esas listas y miran que un tal Josef Bican, marcó una bestialidad de goles. Que un tal Josef Bican es el máximo artillero en la historia del balompié. Y que un tal Josef Bican, podrá ser desconocido en nombre, pero en cuestión de hechos, su historia jamás podrá ser enterrada.