El día que Klinsmann decidió cambiarse el nombre y volver a jugar fútbol
Jay Goppingen, o lo que es lo mismo, Jürgen Klinsmann; fue un éfimero jugador de fútbol amateur que decidió nacer cuando al veterano ex goleador de la selección alemana y figura mundial, decidió que quería volver a sentirse importante dentro de la cancha.
Tenía 40 años y muchas ganas de participar en algún equipo en EEUU. Convencido también por sus amigos y el pensamiento constante de volver a sentirse jugador regular; Jürgen decidió utilizar un pseudónimo y unirse al Orange County Blue Star de la cuarta división del fútbol estadounidense.
Todo fue una maravilla. Era figura importante, no tenía la presión de la prensa, nadie sabía quién era más allá de un rubio alto y con acento alemán para hablar inglés. Además el Campeón del Mundo en 1990, llegó a marcar 5 goles en 8 encuentros bajo su identidad falsa. Aunque según asegura el hoy entrenador bávaro, nunca fue su «idea utilizar un nombre falso”.
En aquel entonces Klinsmann llevaba cinco años en el retiro. Es bien sabido que para un jugador, dejar la profesión es un cambio radical; mucho más si no te involucras inmediatamente a algo que tenga que ver con seguir de cerca lo que te ha dado de comer durante años. Para Klinsmann, llegar a ser entrenador no fue de la noche a la mañana; por lo que en ese tiempo sucumbió al deseo de volver a vestirse de corto.
Acerca de su sobrenombre, el ex delantero del Stuttgart llegó a declararle a Yahoo Sports que: “Pienso que me pusieron Jay por la pronunciación de la jota en inglés, y por Jürgen. Y Goppingen es por el pueblo donde nací en Alemania”.
El final de la segunda juventud de ‘Klinsi’
La historia alegre de Klinsmann jugando en el anonimato, terminó por la perspicacia de uno de sus rivales, quien se dio cuenta de que la cara del delantero alemán le parecía familiar. Tras unas llamadas a un amigo periodista y buscar en google, concluyó que era el mismísimo Jürgen Klinsmann. Después de eso el mítico ‘9’ decidió no volver a presentarse como Jay Goppingen.