El balón y sus letras: Las frases más simbólicas del futbol

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Del futbol no viven los sabios. Tampoco el futbol vive de ellos. Vive del espectáculo y la expectativa. De la ilusión y la depresión. De la emoción y preocupación. El futbol le debe su grandeza a las hazañas del pasado y no a las palabras de unos pocos. Este maravilloso deporte tiene un legado eterno que cada fin de semana se acrecienta. Tiene estadios que habla con gente que guarda silencio previo a una acción. Tiene cielo e infierno en 90 minutos. El futbol no se caracteriza en palabras sino actos.

Dentro del futbol, las luminarias se hicieron más grandes cuando el negocio se apoderó del deporte. Y entonces, no solamente las hazañas dictaron la historia, sino las frases y su cordura pasaron entonces, al eterno libro del balompié. Repasaremos algunas de las frases históricas y simbólicas que dejaron huella en este gran deporte.

  1. “El futbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes”.

Aún se desconoce el origen de la frase. Valdano o Sacchi. Source: FIFA.

Existe una gran polémica en torno a esta frase. Algunos dicen que fue el entrenador Arrigo Sacchi quien la dijo y muchos otros aseguran que fue el argentino Jorge Valdano quien la mencionó. Como quiera que sea, es tan cierta como contundente. El futbol es el escaparate perfecto para la crisis, la ansiedad, depresión y todo lo malo que se puede llegar a generar en un día o en una semana. El futbol es el antídoto perfecto para quitar el veneno del alma y del cerebro. Y cierto, aunque no es importante, el mundo lo toma como lo más destacado e incluso exageran al decir que lo es cuando ocasiona violencia mal enfundada y polémica mal dirigida. Como sea, el futbol no es importante. Lo importante es el sentimiento que genera.

2. “El fútbol es un deporte en donde se juega once contra once y siempre gana Alemania”.

Lineker tras la eliminación de Inglaterra en penales a manos de Alemania. Source: FIFA.

Frase acuñada por Gary Lineker. Este delantero inglés que comandó el ataque de Inglaterra en México 86 e Italia 90, soltó esta frase haciendo alusión al poderío alemán en este deporte luego de ser eliminado en la semifinal en el Mundial de Italia en la tanda de penales. Por cierto, fue Lineker quien anotó el empate en tiempo regular y en  primer penal en la serie. Se refiere a que no importa cuánto hagas dentro del campo, la mentalidad y forma física alemana siempre será mayor a la de cualquier rival. Muchas veces tuvo razón, otras, claro está, no tanto.

3. “Los delanteros ganan partidos pero los defensas ganan campeonatos”.

John Gregory no fue un entrenador exitoso pero dejó un legado con su frase. Source: Alchetron.

Esta frase es de John Gregory, entrenador inglés que entrenó a un sinfín de equipos en la década de los 80. Irónicamente no ganó jamás un título al frente de un equipo puesto que tampoco dirigió a grandes clubes. Destaco dirigiendo al Aston Villa a finales de los 90 y principios del 2000. Revolucionó al equipo y lo puso en el mapa. La frase tiene algo de cierto. No es necesario meter tantos goles, así como evitarlos. Una buena muralla no permite ataques constantes. Ni los ataques constantes, tumban una gran muralla. Pregúntenle a Grecia en la Euro del 2004.

4. “Ningún jugador es tan bueno como todos juntos”

Alfredo Di Stefano posando con las 5 Copas de Europa que ganó con el Real Madrid. Source: Four Four Two.

Alfredo Di Stefano fue un emblema con el Real Madrid, al grado de ser presidente honorífico. Tenía razón en la frase. No puede no escuchársele a un hombree ganó 5 Copas de Europa. A pesar de ser él la estrella de su equipo, siempre dio crédito al resto de sus compañeros. Para ser francos, de no ser por ellos, él no hubiera logrado lo que hizo y sin él, sus compañeros tampoco hubieran disfrutado las mieles del éxito.

5. “En la cancha somos once contra once y los de afuera son de palo”.

Jules Rimet entrega la Copa del Mundo a Obdulio Varela tras el «Maracanazo». Source: El Mundo.

Fue en la final del Mundial de Brasil 1950 previo al juego del Maracaná, antes que se diera la tragedia que ocasionó el “Maracanazo”. Un Brasil con el título en la mano goleando a cuanto rival se le paró enfrente, solo debía empatar con Uruguay para ser campeón. Eran favoritos de ida  y vuelta. Sin nada que perder, el capitán uruguayo Obdulio Varela lanzó esta frase dentro del vestidor ante la incertidumbre en los rostros de temor que algunos de sus compañeros tenían. Al final, el milagro sucedió y los charrúas dieron la campanada al vencer 2 a 1 a los brasileños.