«El fútbol es un juego simple que inventaron los ingleses, juegan 22 hombres que corren detrás de un balón durante 90 minutos y, al final, siempre ganan los alemanes». La anterior, con sus variaciones, adecuaciones y tergiversaciones, -dependiendo de quién lo dice y en dónde-, es probablemente la frase histórica más conocida en el mundo del fútbol. Al menos, una de las que más ha perdurado en el tiempo desde que la pronunciase Gary Lineker en 1990.
Alemania y la Inglaterra de Lineker se jugaban el pase a la final del Mundial de Italia y el partido estuvo tan cerrado que se fueron hasta la instancia de los penales. Allí, los teutones se impusieron a los ingleses, y fue cuando el tremendo rompe redes nacido en Leicester, pronunció su frase más famosa entre el dolor de quedarse a las puertas de vivir una final mundialista. A la postre Alemania fue el campeón, y entonces no le faltó razón a la sentencia de Lineker: siempre ganan los alemanes.
Lineker, además de haber sido uno de los delanteros más emblemáticos que ha visto nacer el fútbol inglés, también era uno de los más inteligentes dentro y fuera del campo. En tan solo tres años que estuvo en el FC Barcelona aprendió a hablar español de una manera tan fluida como envidiable. Previo a eso debutó con el equipo de su ciudad y consiguió el título de segunda división con los ‘Foxes’.
Tras seis temporadas en el Leicester puso su marcha hacia el Everton y un año más tarde emigró a Catalunya, no sin antes destacar por haber marcado 38 goles en esa temporada con los ‘Toffees’; algo que se antojaba casi imposible. Ese año, 1986, el mundo también conoció a Gary Lineker como el máximo anotador de la Copa Mundial de México ’86 con seis dianas. En 1989 y tras marcar 52 goles en Can Barça, volvió a Inglaterra para jugar con los Spurs y otra vez marcar registros goleadores impresionantes: 90 goles en tres años.
¿Dónde está Gary Lineker?
Sobre el final de su carrera Gary decidió emigrar a Japón para jugar sus últimas dos temporadas como profesional en el Nagoya Grampus Eight. Con su retiro en 1994, Lineker consiguió a su vez poner un listón altísimo en su intachable carrera: jamás recibió una tarjeta amarilla. Además fue Balón de Plata en el ya mencionado exitoso año 1986.
Debido a su gran lectura de juego, inteligencia emocional, facilidad de expresión y gran carisma, la BBC le fichó para que formara parte de la cadena. Desde entonces, Lineker se ha dedicado ha ayudar como comentarista deportivo en las transmisiones de partidos, es panelista y colaborador de algunos programas y hasta tuvo un programa llamado Gary Lineker’s Golden Boots.