Siempre hay un aguafiestas en el futbol. Toronto FC fue a la cancha del Estadio Azteca y amargó la noche al América en la semifinales de la Copa de Campeones de la Concacaf, luego de empatar 1-1 y acceder a la final donde se enfrentará al Guadalajara. El equipo de la MLS se clasificó gracias a la victoria que consiguieron la semana anterior en casa 3-1.
Era día de remontadas, pero solo en Champions, la Roma lo logró. Nadie más. Ni América sin Cecilio y con todo el empuje de su gente. La torrencial lluvia impidió que el tramite del partido fuera adecuado pues apenas iniciando, Jozy Altidore tuvo que salir de cambio lesionado.
Toronto jamás se achicó y fue desde el inicio por el partido. No se intimidó ni tampoco se conformó con la ventaja que traían de Canadá. De hecho, América tuvo el balón y los visitantes esperaron a la contra. Y sí, le funcionó esa tónica. Jonathan Osorio, apenas al minuto 12 puso a su equipo arriba empujando un balón que le pudo Ricketts, quien entró de cambio.
El equipo de Miguel Herrera no puede culpar a nadie más que a su ineficiencia, pues falló una y otra vez. Algunas por falta de puntería y otras gracias a las enormes atajadas de Alex Bono quien por lejos se llevó el título del mejor del partido. El campeón canadiense pudo manejar entonces el partido a su antojo.
Fue hasta el final del partido cuando América ya cansado y desesperado, intentó internarse en el área hasta que Oribe fue derribado con toda polémica. El colombiano Mateus Uribe lo cobró para finalmente vencer por primera vez en la noche a Bono y empatar el juego 1-1.
Insuficiente. El empate evitó el ridículo azulcrema. Toronto pasó con global de 4-2. América a pensar en la liga local. Toronto, en tumbar a otro mexicano. Y claro… en el Mundial de clubes.
Chivas clasifica aburriendo
Hablando de héroes, en Nueva York sucedió lo mismo con Rodolfo Cota, portero de Chivas. Guadalajara visitó al Red Bull con la ida a su favor 1-0 y a mantener el empate o en una descolgada llevarse el triunfo. Sucedió lo primero solo que sin goles. Es complicado describir un partido cuyo resultado es sin goles, pero la forma de hacerlo es un clásico dentro del futbol. Un equipo atacando y el otro defendiendo hasta con los dientes.
Red Bulls llegó sin cuartel al arco mexicano. Bradley Wright-Phillips y Tim Parker intentaron por todos lados el gol neoyorquino. Jamás llegó y con fortuna pues el arbitro le perdonó dos penales en contra al Guadalajara. Chivas se hizo presente en el partido hasta segundo tiempo con Edwin Hernández y Pizarro disparando una que otra vez de manera tímida. La estrategia le funcionó a Matías Almeyda y Chivas está en la final contra otro equipo de la MLS.