La reconstrucción de un imperio
Es la capital de la moda, sostén económico y alguna vez un imperio del futbol. Los Alpes vigilan al Río Olono dividiendo tímida y sutilmente una ciudad que debe esa verdadera división a dos colores. Un estadio confuso entre nombres pero no de pasión. Milán, lo tienen todo. La plaza del Duomo, la Iglesia de San Ambrosio… Al Inter y al AC Milán.
Diez Champions y 36 Scudettos. Las paredes aún corean a Schevchenko, Van Basten, Maldini, Kaká, Pirlo, Ronaldo, Inzaghi, Gullit, Baresi, Weah, Rui Costa, Gianni Rivera, Redondo…cientos más. Miles más.
AC Milán es el rico que se volvió pobre. Es el pobre que alguna vez lo tuvo todo. Es el diablo que siempre se ha disfrazado de ángel. AC Milán aprendió de imperios, de leyendas y de consagraciones.
El equipo rossoneri está encomendado a escuchar de nuevo su nombre por toda Europa. No sabe vivir sin éxito. No debe vivir sin éxito. Estos últimos años han caído en un bache que si bien no han sabido salir de este (porque nunca habían caído) sí saben enaltecer de nuevo sus colores. En eso, son expertos.
No participarán en Champions este año, pero si lo harán en la Europa League. Una primera piedra antes de poner la última de tan majestuosa catedral construida a base de futbol y leyendas históricas. Este verano han comenzado a ejecutar su plan. Que los ojos del mundo miren una vez más a Lombardía.
El capitán del barco, Vicenzo Montella, se ha encargado de diseñar il nuevo milano. El dinero llegado desde China ha sido clave para traer del Wolfsburgo a Ricardo Rodriguez . Mateo Musacchio del Villarreal , Kessié llegó del Atalanta a préstamo junto con Andrea Conti y André Silva a comandar el ataque procedente del Porto.
Fabio Borini rescatado del descendido Sunderland, Hakan Calhanoglu del Leverkusen y las cerezas en el pastel: el argentino Lucas Biglia y Leonardo Bonucci de la Juventus.
Se especula fuertemente que podrían cerrar a Álvaro Morata pronto y con ello, estaría equipado el nuevo avión del piloto Montella. Ademas, claro está, sacudieron los rumores y dudas convenciendo al portero Donarumma a quedarse. Han sido 212 millones de euros en fichajes. Compras bien hechas y expectativas bien cimentadas.
El español Morata sería la verdadera cereza en el pastel. Una cereza que costaría 70 millones de euros con 10 de salario para el madridista que está harto de ser la sombra de Benzema.
Así, comienza entonces la nueva era del AC Milan. La reconstrucción de quien alguna vez mandó en Italia y el resto del continente.