La historia de la chilena y un tal Hugo Sánchez.
En México no hay discusión Hugo Sánchez es el mejor futbolista que ha dado ese país. De repente pueden haber argumentos de falta y de sobra y alegatos. Pero en inmensa coincidencia, Hugo es el mejor producto de futbol. No hace falta decir muchas cosas de él. Como que es “Pentapichichi” en España, que jugó (y fue ídolo) en el Real Madrid, donde por cierto ganó todo menos (increiblementente) una Champions.
Nació en los Pumas de la UNAM en 1976, dentista además de profesión. Tras un par de Ligas y un campeonato de goleo, Hugo tuvo un fugaz paso por el futbol de Estados Unidos hasta que el llamado para jugar en el futbol de Europa llegó. Atlético de Madrid lo contrató en 1981. No la tuvo fácil, de hecho, sufrió más de la cuenta para ganarse el cariño de la gente. Demostró la madera de fenómeno y fue por eso que llegó a lo más alto cuando en 1985 Real Madrid lo convirtió en merengue.
Ante el sentimiento de alta traición por Manzanares, Hugo hizo caso omiso y la gente, sabiendo ya lo que podía hacer, lo apoyó ahora como ídolo. La consagración ya estaba construida pero faltaba marcar el hito. La pincelada que lo enmarcaría hasta el día de hoy.
Llegó el 10 de abril de 1988. Hugo ya era un viejo conocido por todas las canchas de España y consolidado titular con los merengues. Daban las 5 de la tarde en el reloj del ahora Santiago Bernabéu que recibía al debutante en Primera División, Logroñés. No era para nada sorpresa ver el inmueble repleto. Era el escenario de cada 15 días. Era la costumbre vuelta tarea cada dos semanas.
Pasaban 10 minutos apenas de haber iniciado el encuentro y Martín Vázquez recorrió la banda izquierda como gacela. Centró entonces un balón que sabía Hugo, quedaría retrasado. Sin ánimo de dejar pasar el balón y entre 3 defensores, el mexicano saltó y se despegó 2 metros del césped. Su pierna izquierda conectó el balón que se incrustó en la escuadra de la portería que defendía Pérez.
Cuentan las leyendas de las paredes del estadio de Chamartín, que fueron varios minutos de aplausos con agradecimiento incluido del árbitro por haber presenciado el mejor gol de la historia.
Chilena de Hugo Sánchez ante el Logroñés. Source: YouTube.
Esa tarde, el Real Madrid ganó 2 a 0 con un gol más de Míchel. Fue la jornada 32, donde esta chilena coronó la temporada perfecta. Los merengues fueron campeones (tricampeones) liderando el torneo de principio a fin. Las 38 jornadas. Hugo, fue por cuarto año consecutivo campeón de goleo. Esta vez, con 29 goles. Para la buena suerte del Logroñés, no descendió. Estuvo una temporada más para ver las hazañas de Hugo que ese día maquiló un “señor gol” o bien, Logroñés, al reves.