“Chaco” Giménez: una carrera que se diluye
Una nueva era en el Cruz Azul. De nuevo. Otra vez a remar hacia el mismo rumbo con diferentes timones. Cada año es lo mismo. Cada torneo se manifiesta la esperanza de un final tormentoso conocido y por confirmar el hecho. Esta vez, Pedro Caixinha toma el mando de una ya casi descontrolada locomotora azul. El ex entrenador de Santos (que logró Liga y Copa) viene con una filosofía de trabajo distinta al resto de los técnicos (aunque todos dicen lo mismo).
Toda mejora siempre lleva un cambio. Pero no todos los cambios significan prescindir de algo. Christian Giménez abandonará Cruz Azul después de 8 años en la institución celeste, a petición del nuevo comandante en jefe portugués. Caixinha le informó que “no contaba con él” y fue que “Chaco” emprendió un nuevo camino lejos de La Noria.
No obstante y a pesar de salir por la puerta de atrás, Pachuca le abrió los brazos para recibirlo y de ser así, retirarse en la institución hidalguense. Al igual que en el Estadio Azul, Giménez dio grandes partidos con los Tuzos. A sus 36 años, aún con talento, visión y liderazgo, el argentino naturalizado mexicano tiene mucho más que dar.
Surgió del más grande de su natal país, Boca Juniors. ¿Cómo no aprender perteneciendo a la institución xeneize? Fue en 1998 cuando debutó como azul y oro hasta 2002. Saldó 3 Ligas y 2 Copas Libertadores. Suficiente para crecer su cartel y fama aunque se mantuvo un año más en el futbol pampero con Unión e Independiente antes de aterrizar en Veracruz.
No muchos lo recuerdan, pero Giménez llegó a México para jugar con los Tiburones Rojos donde estuvo un par de torneos. Aquel infalible equipo jarocho comandado por Cuauhtémoc Blanco, “Lorito” Jiménez, Kleber, Isaac Terrazas y el propio “Chaco”. No pudieron ser campeones pero sí fueron el mejor equipo del torneo aunque de poco sirvió al final. Las buenas actuaciones de todos ellos, (en especial la de Giménez) llamó la atención de otros clubes.
El América fue entonces quien puso el cheque sobre la mesa y se lo llevó en 2005. Con las Aguilas estuvo solo un año que aunque ganó dos títulos (Campeón de Campeones y Concachampions) no destacó como hubiera imaginado ni mucho menos se sintió cómodo en un equipo como el de Coapa. Por lo mismo, tras un par de torneos y no mucha actividad, emigró a Pachuca donde desde 2006 y hasta el 2009, sí se convirtió en un ídolo. Con Tuzos obtuvo una Liga, una Sudamericana y dos Concachampions.
Días antes de la navidad del 2009, Cruz Azul obtuvo sus servicios y lo enroló con la etiqueta de ídolo que ya había ganado a unos cuantos kilómetros de distancia. Sin embargo, la parte complicada, era hacerlo vestido de azul. Cruz Azul ya había cruzado la barrera de los 10 años de ayuno. Con 12 años contando, la misión era clara: detener la tragedia del tiempo sin campeonato y devolverle la sonrisa y confianza esfumada alrededor de todo el estadio.
Poco a poco fue escalando jerarquías dentro del conjunto capitalino. Tras 7 años de no poder vencer al América, “Chaco” enseñó el camino con un gol que rompió la sequía de triunfos. Y así lo fue haciendo de a poco. Ganó una Copa y una Concachampions. Si bien no se trataba de una deseada Liga, el hecho de sentir de nuevo la cercanía con las vitrinas que no eran visitadas hace tiempo, hizo que la afición creyera en la posibilidad de finalmente, volver a ser campeón.
En 2013 se naturalizó mexicano. A pesar de haber jugado juveniles con Argentina, era candidato a ser convocado. Jugó la final del Clausura 2013 que perdió de manera trágica ante América.
Desde ese año, fue convocado 5 veces para jugar con México. Cuatro veces en la eliminatoria rumbo a Brasil 2014 donde finalmente, aunque la selección mexicana clasifico dramáticamente, él no fue considerado para la fiesta grande.
Giménez es un futbolista que pone el corazón antes que los pies. La lealtad es la virtud más sólida. Cobra los tiros libres y penales de manera excepcional. La visión de juego así como su inteligencia para pensar las jugadas como ajedrez, predominan siempre. Se fue por la puerta de atrás de Cruz Azul, pero si de puertas se trata, aún tiene muchas más que abrir.