Desde Figo, nadie ha podido hacer honor al número 10 en el Real Madrid.
Fue Pelé quien forjó una leyenda alrededor del número 10 en el fútbol. Llevar este número en el dorsal es sinónimo de talento e inteligencia. La responsabilidad de portarlo representa liderazgo dentro de la cancha. Diego Armando Maradona lo confirmó en 1986 cuando ganó la Copa Mundial en México con soberbia actuación durante todo el certamen.
Y desde entonces el número 10 solo lo llevan los genios y privilegiados del fútbol. Platini, Zidane, Zico, Hagi, Gullit, Baggio, Ronaldinho, Totti y hasta Messi.
La “10” no se asocia propiamente con algún goleador. Si bien se sabe que dentro del fútbol, hay dorsales establecidos (no obligados) para ciertas posiciones, este número aplica normalmente para el creativo. El de la picardía y visión de juego. No solamente en clubes, sino también en selecciones. Sobre todo, en selecciones.
Existe un caso muy raro y la excepción a la regla. Se trata del Real Madrid, equipo no solo multicampeón europeo, sino de su propia liga en España y hoy denominado el mejor equipo de la actualidad. De un tiempo atrás hasta la fecha, no este número 10, más allá de realzar al futbolista que la porta, lo hunde y opaca hasta salir de la manera menos cordial de la institución.
El último ejemplo es el colombiano James Rodríguez quien llegó después del mundial Brasil 2014 como refuerzo de lujo pero que se fue apagando poco a poco hasta no contar en absoluto con el actual entrenador Zinedine Zidane.
James tiene ofertas de otros grandes equipos, porque su cartel aún le permite tenerlo. Sin embargo el ascenso meteórico que estaba teniendo el sudamericano, se estancó desde la vez primera que se puso esa camisa cuyo dorsal representa todo lo anterior mencionado.
Rodriguez se suma a una lista tan larga como efímera que desde el retiro del portugués Luis Figo, nadie en ese equipo ha sido capaz de hacerle honor a la estela de éxito que él dejó.
Al dejar Figo el Madrid en 2005, Robinho estaba llamado a ser el máximo referente del fútbol mundial. Incluso, lo llegaron a comparar con Pelé. Alguno que otro loco le auguraba un futuro mejor que O Rey.
Robinho llegó procedente del Santos de Brasil con una edad corta e inexperto en el fútbol de la máxima categoría. Se pagaron 30 millones de euros por él. Jugó, participó, anotó… pero jamás llenó las expectativas del equipo blanco. Se marchó 3 años después sin ruido. Cierto que ganó dos ligas con los merengues, pero tras su paso por el Bernabéu, el brasileño no tuvo el mismo impulso ni en el Manchester City, ni Milán. Jugó en la Liga China y hoy lo hace muy discretamente en su país con el Atlético Mineiro.
El holandés Wesley Sneijder lo suplió en cuanto a dorsal se refiere. Dos años opacado por múltiples lesiones y otras estrellas que llegaron. A pesar de estar cobijado por varios holandeses que militaban en el Madrid en ese momento, Sneijder no pudo tener el nivel deseado y tras los nuevos fichajes que implicaron desembolsar fuertes cantidades de dinero, Wesley fue vendido para una recuperación económica del club. Se fue al Inter de Milán, donde lo ganó absolutamente todo (Ligas, Copas y Champions)… usando el 10 en su dorsal.
Llegó una de las peores locuras en cuanto a fichajes del Real Madrid. Lassana Diarra se convirtió en el 10 madridista en 2009 a la salida de Snijder. La portó hasta 2012. Para muchos, es el peor 10 en la historia del equipo.
Se marchó a Rusia y posteriormente a su natal Francia donde juega actualmente con el Olympique de Marsella y el número 10.
Tras la excepcional Copa Mundial en Sudáfrica con la selección alemana, Mesut Ozil aterrizó en Madrid donde sin pensarlo le entregaron el dorsal 10. Si bien no tuvo malas campañas con el conjunto blanco, no alcanzó la prioridad de ganar una Champions, que era el objeto de deseo en ese entonces de la directiva española. Se fue al Arsenal como el jugador más caro en ser vendido por el Real Madrid.
Con la prácticamente pactada salida de James Rodríguez, el “10” del Madrid está vacante. Mucho se dice que Isco, jugador al que renovaron gracias a su magnífico cierre de campaña, podría utilizarlo. Otros mencionan que será un nuevo 10 el que llegue a la casa blanca. Lo cierto es que pasan y pasan los años y las espaldas de los futbolistas del Real Madrid no le hacen honor al respeto que merece tener este número tan sagrado en el fútbol mundial.