El partido del siglo 

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Para muchos, fue el partido más emocionante en la historia de los mundiales. Se le llamó así un 17 de Junio de 1970, en el Estadio Azteca de la capital mexicana. Fueron 102 mil 444 espectadores los que presenciaron la semifinal entre Italia y Alemania.

Roberto Boninsenga apenas al minuto 8 puso arriba en el marcador a los azurri. Suficiente para que el catenaccio apareciera segundos después. Incluso sorprendió el claro control de partido por parte de los italianos.

Si existe una selección que debes declararla muerta hasta incluso un día después del silbatazo final, es Alemania. Y prueba de ello, fue cuando los italianos se sentían ganadores, Karl Heinz Schnellinger le dio el empate a los teutones en la última jugada del partido. Irónicamente el futbolista alemán, tenía gran recorrido en el futbol italiano y jamás había marcado con su selección.

Franz Beckenbauer al momento de ser vendado por la lesión en el brazo.
Source: Al Momento.

Con los tiempos extra obligados, los 22 jugadores salieron por el boleto a la final, en la cual ya esperaba Brasil. Incluso, Franz Beckenbauer se lesionó pero a falta de cambios, jugó el resto del partido con el brazo vendado. Ahí fue cuando se forjó la figura del kaiser germano. Incluso en las batallas más difíciles, luchando como un verdadero líder.

Con el 1-1, el árbitro peruano Arturo Yamasaki dio inicio a los 30 minutos extra. En menos de 5 minutos Gerd Muller despertó y adelantó a los alemanes. Pero 4 minutos más tarde Tarcisio Burgnich empató para Italia. Comenzó emocionante y con un toma y daca muy atractivo.

Ahora fue el equipo que dirigía Valcareggi en adelantarse. Luigi Riva puso el 3 a 2 a los 104 minutos. Después de los pocos segundos de descanso y el cambio de cancha, de nuevo Gerd Muller empató al 110.

Gianni Rivera celebrando el gol del triunfo.
Source: FIFA.

Sin embargo, un minuto más tarde, Gianni Rivera hizo el 4 a 3 definitivo y cesó las emociones en el Coloso de Santa Ursula. Nunca antes, se habían anotado tantos goles en tiempo extra, cifra récord que hasta hoy prevalece.

Italia se ubicó en la final donde enfrentó a Brasil y cayó goleado 4 a 1. Muchos argumentan que la altura y el cansancio intenso después de la peor batalla librada ante los alemanes, los agotó y llegaron entonces al último partido prácticamente sin oxígeno.  Brasil se convirtió entonces en tricampeón y se quedó con la Copa Jules Rimet.

La placa del Estadio Azteca reconociendo dicho juego.
Source: Puntodincontrol.

A pesar del buen partido jugado en la final, la gente se quedó con el sensacional sabor de boca de aquella semifinal de 7 goles, 5 anotados en los tiempos extra y con el reconocimiento a ambas selecciones que sí, dieron el partido de su vida.