México, Costa Rica, y su particular batalla de egos.
Costa Rica recibe a México en San José con la misión fuera de sus manos de terminar lo que pretendió comenzar hace 4 años. Una noche de octubre digna de enaltecer el mes de Halloween. Los ticos en aquella ocasión, sepultaron a México que fue resucitado por el impensable pero entendible pundonor norteamericano.
Aquella noche, Costa Rica hizo la tarea de dejar fuera del Mundial a su odiado rival del área. Sin embargo, la manera de entender el deporte de Estados Unidos, es distinta, y con todo el profesionalismo posible, venció a Panamá, que con esa combinación de resultados le daba a los aztecas el boleto a la repesca.
Las cosas hoy son de distinto color. México ya está calificado. Una victoria de Costa Rica, los pone también en Rusia. Tras el partido de esta noche, quedarán dos fechas más de mero trámite. La tragedia (o la que pudo ser una) quedó atrás y las fuerzas se miden parejamente. La selección que dirige Juan Carlos Osorio, aprendió a ganar, pero no ha entendido el valor de gustar.
Es un hecho que el Estadio Nacional se vestirá de rojo. Pero no correrá la sangre mexicana de nueva cuenta. Esa oportunidad la tuvieron hace 4 años y no fue su culpa no haber cumplido ese mayor anhelo centroamericano, sino de otro enemigo en común disfrazado de casualidad. Costa Rica entendió en el 2001 con el “Aztecazo”, que el miedo ante México era una simple palabra y no un sentimiento. México en cambio, no cambio la humildad de palabra a sentimiento y se quedó estancada en eso. En simples letras. No la aprendió y entonces prefirió definir soberbia hasta que la misma Costa Rica lo encarnizó hace unos pocos años.
La noche de hoy será un partido que pasará a la historia como trámite y no como anécdota. Sencillamente porque no hay nada anecdótico qué contar. Si acaso, la posible clasificación de los ticos. Si acaso, un posible paso perfecto de México. Y nada más.
La selección mexicana no queda primera del Hexagonal desde que Bora Milutinovic lo lo consiguió en 1997. No lograba llegar “caminando” a un Mundial desde La Volpe. No era capaz de convencer con su juego desde Miguel Herrera, que aunque con la mesa servida, se generaron demasiadas esperanzas, mismas que todas terminaron en el mismo baúl de los miserables recuerdos.
La historia es larga, pero la más reciente data del pasado Marzo cuando México los venció 2 a 0 en el Azteca, a propósito de este Hexagonal Final. Se han enfrentado 51 veces de manera oficial, y 29 victorias son para México por 16 empates. En esta instancia, 21 veces con saldo también mexicano de 11-4.
Costa Rica venció a Estados Unidos en su tierra. México venció con poco, casi nada a la más bélica Panamá, que hace unos años “le trae ganas” al “tricolor” tras múltiples desgracias en su contra. Pero esa es otra historia. La de hoy, definen y miden, al menos la pura fuerza. Al mejor de la zona. Costa Rica o México. El cuento de nunca acabar. El ego sin tope. El eterno juego de la razón anunciada.