Islandia, Suecia y Dinamarca: La legión vikinga al asalto de Rusia 2018
Como si de las épocas antiguas se tratase, quien viera hoy el nivel de fútbol de la región nórdica del mundo podría fácilmente hacer un símil con aquellas bravas y gloriosas conquistas que los Vikingos conseguían por Europa. Éxitos alcanzados por el nivel altísimo de preparación, capacidad estratégica, noción de liderazgo, y además, dos factores importantísimos cuando se habla de un enfrentamiento de cara a conseguir la victoria: la ausencia del miedo y el trabajo en equipo. Porque es más lo que hay que ganar que lo que se puede perder.
Esa filosofía nórdica ha permanecido por siglos, dinastías, generaciones, linajes, o como quieran llamarlo. Porque como dicen por ahí, «lo que se hereda, no se hurta». Así que, ya con la separación y delimitación actual de la raza vikinga, sea en el país que fuere de aquel lado del globo terráqueo, sus habitantes tienen claro que, la ilusión, el trabajo en equipo y el instinto guerrero en cualquier aspecto de la vida, no se puede olvidar ni dejar de lado nunca.
Extrapolando aquello a lo que nos concierne: el fútbol; todo lo anterior ha quedado en evidencia durante la travesía mundialista hacia Rusia 2018 de al menos tres países nórdicos, quienes han conseguido salir al campo y librar partidos en escenarios difíciles de buena manera, consiguiendo al final el objetivo de meterse a la cita mundialista. Y no de cualquier forma, sino dejando en el terreno a grandes selecciones, potencias mundiales y campeones del mundo. Resaltando claramente que los resultados del positivismo mental y el trabajo en equipo antes que la gloria individual, pueden ser tan altos como se lo proponga quien lo quiere lograr.
Islandia, la bella ya es bestia
El primero de ellos y también el más sorprendente fue el caso de Islandia, un país de casi 350 mil habitantes a quienes el fútbol les distrae e ilusiona mucho por estos días. No obstante, el deporte rey no es el de más adeptos en el país islandés, pues el deporte nacional declarado es el balonmano, y también, gracias a su geografía se pueden resaltar varios deportistas islandeses en ramas como el alpinismo, esquí, o senderismo. Sin embargo, últimamente es su selección de fútbol quien les ha puesto en el mapa, dándole al pueblo las mayores alegrías al menos desde hace un par de años.
Durante la Eurocopa pasada Islandia sorprendió al mundo con un juego lleno de verticalidad y efectividad de cara al arco. Pasó la etapa de grupos, con cinco puntos. Más tarde dejó fuera a Inglaterra en octavos de final, y terminó cayendo en cuartos de final con la favorita y local, Francia. No obstante, dejó una muestra de lo que podría ser su camino hacia Rusia y también de lo que era capaz de hacer. Parecía que había despertado un gigante dispuesto a arrasar en un terreno en el que hasta ahora era débil, y así fue.
Metido en un grupo complicado con Ucrania, Croacia, Turquía, Finlandia y Kosovo, se antojaba difícil pensar que las primeras tres selecciones nombradas no serían las que más posibilidades tendrían para conseguir los boletos mundialistas. Pues la calidad y el nivel de los equipos en los que juegan sus futbolistas, daban para pensar que al menos Croacia iría directo y el segundo puesto estaría entre turcos y ucranianos. Sin embargo, nada de eso pasó. Islandia se impuso por la vía rápida con 22 unidades, perdiendo solo dos partidos y mandando al repechaje a los croatas, quienes también estarán en Rusia pero la tuvieron que sufrir un poco.
Como si fuésemos todos islandeses, su clasificación por primera vez a una Copa del Mundo nos hace ilusión a varios, y salvo que se tengan que enfrentar ante nuestras selecciones, seguramente haremos fuerza para que lleguen lejos en Rusia y sigamos viendo a aquellos futbolistas que celebran cada victoria con su afición al grito de «AÚ» y aplaudiendo en coreografía.
Suecia, la heroicidad por bandera
Ya la etapa de grupos había sido fuerte y desgastante, peleando hombro a hombro con holandeses para ganarse otra oportunidad de seguir soñando porque alcanzar a Francia parecía muy lejos. Al final dejaron fuera por diferencia de goles a la ‘Naranja Mecánica’, otro histórico y siempre protagonista en las Copas del Mundo. Luego vendrían dos partidos a muerte en los que la suerte previa parecía jugarles en contra, habría que seguir remando en las aguas más oscuras, pues tenían el repechaje más complicado de todas las llaves posibles: Italia.
Los suecos, dueños de grandes victorias en la historia del mundo, plantaron rodilla al piso y no recularon ni un instante. Con esa postura Suecia atacó primero, hirió gravemente y levantó el escudo formando un muro infranqueable. Después de eso ‘La Azzurra’ no pudo devolver el golpe con éxito. Ni el ejercito romano de Julio César habría podido con el ímpetu vikingo alimentado por el sueño de ir a Rusia, aunado a otra escritura épica para sus anales: Consumar la hazaña de dejar por fuera a un tetracampeón del mundo y además favorito en muchas apuestas.
Todo esto ha sucedido cuando los más puristas vaticinaban tiempos difíciles posterior al retiro anunciado de la selección por parte de Zlatan Ibrahimovic, el mejor jugador sueco de los últimos tiempos y quien comandaba e influía mucho en la forma de jugar del equipo. Ahora, sin ‘Ibra’ han conseguido el anhelado y sorpresivo boleto. No obstante, nadie descartaría que el resultado de ello sea que Zlatan, si está en un buen nivel ahora que regrese de su lesión, pueda llegar a capitanear el barco sueco en Rusia.
Dinamarca, una generación dorada que ilusiona
Si hubo una selección danesa que marcó un hito en la historia fue aquella que perduró entra la segunda mitad de los años 80 y la década de los 90, una generación dorada que conseguiría asistir a su primera Copa del Mundo en México ’86, ganaría la Eurocopa de 1992 en Suecia y además conseguiría su mejor actuación en un Mundial en Francia ’98 alcanzar los cuartos de final para luego caer ante Brasil. Aquel recuerdo de esa gran generación aún está latente entre los daneses, pues desde entonces no han contado con la calidad suficiente para volver a vivir las alegrías del pasado.
Cuna de grandes jugadores y dueños de un fútbol de mucha verticalidad, vigoroso y fuerte en el balón aéreo, aquella generación dorada tenía entre sus filas nombres como el del histórico portero Peter Schmeichel, los hermanos Michael y Brian Laudrup, Henrik Larsen, John Jensen, entre otros. La generación con la que sueñan los daneses hoy, tiene varios jugadores de estilos similares al juego que desplegaban individualmente tales futbolistas.
En el arco cuenta con otro seguro, y es que Kasper Schmeichel, hijo del mítico Peter, es el amo y señor del arco danés. En la retaguardia dos centrales de gran carácter y buen juego aéreo como el jugador del Chelsea, Andreas Christensen, y el del Sevilla, además capitán de la selección, Simon Kjaer. En la media cuenta con dos volantes mixtos de experiencia como lo son William Kvist y Thomas Delaney. Y como estrella tiene a Christian Eriksen, uno de los mejores mediocampistas ofensivos del mundo y quien con un Hat-trick suyo contribuyó a la victoria danesa conseguida de visitante ante Irlanda, misma que permitió el pase de su selección al Mundial por la vía del repechaje.
Lo cierto es que junto a esa columna vertebral surgen nombres entre experimentados y nuevos talentos que aportan a que el sistema del entrenador noruego Age Hareide, funcione bastante bien. Nombres como Yussuf Poulsen, Pione Sisto, Nicolai Jorgensen, Lasse Schöne, Jannik Vestergaard o el ex del Arsenal Nicklas Bendtner, resaltan a la hora de complementar un once que permita soñar a Dinamarca con lograr alcanzar, al menos, la instancia conseguida en Francia ’98 por la última generación dorada que tuvo ‘La Dinamita Roja’.