Real Madrid saca la casta de campeón y se impone 3-1 al PSG
El Real Madrid no se escondió ni un minuto del encuentro frente al PSG, como se pensaba durante estos dos meses desde que se supo la llave que enfrentaría a ambos equipos, y terminó imponiéndose por 3-1 a un PSG que controló el balón pero no pudo con los ataques madridistas.
Los dirigidos por Unai Emery salieron dispuestos a cumplir con el papel de favoritos por lo logrado en la fase previa de la Champions League, además de su alto nivel en la liga francesa y el fútbol desplegado dentro de las copas de aquel país. Sin embargo, parecen haberse olvidado de que no enfrentaban a un equipo local, sino al máximo y actual campeón de Europa, por lo que tener el balón era el camino pero no lo suficiente.
No obstante los parisinos golpearon primero gracias a una jugada por la banda de Mbappé que terminó centrando a ras de piso para que entre el intento de taco de Neymar y la pierna de Nacho, quedara un rebote cerca del punto penal. Balón muerto que encontró Rabiot, el que menos se pensaba, para poner en ventaja a los visitantes en el minuto 33 del encuentro.
💯⚽ ¡Tras su gol ante el @PSG_espanol, @Cristiano suma 100 tantos en la Liga de Campeones con el #RealMadrid! ¡SIIIUUU! 👏👏👏 pic.twitter.com/BRRzZhP2xE
— Real Madrid C.F.⚽ (@realmadrid) February 14, 2018
Hasta ahí, el Paris Saint-Germain cumplía con el cometido, marcando gol y no dejando opciones con el balón al rival. No obstante, una inocentada en uno de esos despliegues de ímpetu que caracterizan al cuadro blanco, fue suficiente para igualar las acciones gracias a un penal de Lo Celso sobre Kroos, que apenas siente el contacto se deja caer. Podría ser dudoso para algunos, pero el contacto existió y Rocchi lo marcó.
Así las cosas, Cristiano empataba el marcador dos minutos antes de irse al descanso. Invadiendo de nuevo la tranquilidad para el público expectante del Santiago Bernabéu. Mientras que la segunda parte fue un trámite en el que ambos parecían no querer dañarse lo suficiente, hasta que Emery cometió la insensatez de sacar a Cavani para meter a Meunier y subir así a Dani Alves como un volante habilitado como extremo.
Tal barbaridad le permitió al Real Madrid encontrarse más espacios en el contragolpe y de los pies de Asensio, que entró de recambio, nacieron las jugadas de los dos goles sobre el final que hoy tienen al Madrid con un pie en cuartos. No solo por el resultado, sino porque esta noche ha demostrado que la Champions y los merengues son un amor puro.
Zidane es el técnico ideal para el Real Madrid mientras que a Emery le queda grande el PSG
Al técnico francés del Real Madrid se le puede criticar de todo en muchas cosas, probablemente porque lo que menos hace el Madrid es gustar en la mayoría de sus partidos. Sin embargo, tanto Zidane como sus dirigidos parecen ser otro equipo siempre que entra en escena la Champions League, de la cual son los campeones consecutivos y actuales defensores del título más preciado en el fútbol europeo.
Marcelo celebrating with the maestro… #UCL pic.twitter.com/YoW0sUngRE
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Lo que ha hecho esta noche Zidane respondiendo a los cambios de Emery es para pararse y aplaudir. Mientras el director técnico español no ha estado a la altura del plantel que tiene, una vez más; el francés demostró porqué la fe inquebrantable en sus jugadores le permite tener un vestuario tan unido que la confianza es recíproca y se evidencia en partidos como este.
Unai Emery decidió en primera instancia cargarse al capitán del equipo, Thiago Silva, en detrimento de Kimpembe. Algo por demás extraño y arriesgado para querer asaltar el Bernabéu. No contento con esto, decidió sacar a Cavani en el minuto 66 del encuentro para darle entrada a Thomas Meunier. Quitando así a su referente de ataque para meter a un defensa con la finalidad de cuidar un resultado que con casi media hora de partido aún estaba abierto.
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Ambos errores le costaron caro, tanto que a los dos minutos de la salida del uruguayo, Zidane responde metiendo un portento físico como Gareth Bale en la banda de Yuri y diez minutos después arriesga sacando a Casemiro por Lucas Vázquez, tras darse cuenta que el partido estaba abierto y su equipo podía capitalizarlo a la contra. El tercer cambio fue el más significativo y definitorio, pues la entrada de Asensio fue fundamental para matar al PSG en este encuentro y dejarlo mal herido en la llave.
El joven volante español definió el partido, pero no por sus goles, sino por su calidad para encontrar espacios y terminar provocando la jugada del segundo gol de Cristiano y una pared de gente grande con Marcelo en lo que fue el golazo de la noche, para culminar 3-1 a favor la defensa de su fuerte y su título. Resultado que además los deja tranquilos para afrontar la vuelta en Paris.