Liga MX, paraíso para extranjeros
Desde tiempo atrás, el futbol mexicano ha sido una segunda casa para los jugadores extranjeros. Desde su profesionalización en los años 40 con futbolistas en masa de origen español, hasta hoy día donde el mercado se ha ampliado no solo en Sudamérica sino también ya en otras partes de Europa y del mundo (como África y Asia).
Con la regla 9/9 que se adoptó en el futbol mexicano desde el torneo pasado, el número de futbolistas que vienen de fuera disminuyó para este torneo con un total de 189 por los 190 que se registraron el certamen anterior.
Este número, sin embargo, se amplió porque el mercado de fichajes en México cerro el último día de enero teniendo incorporaciones todavía.
Y es por lo mismo que los futbolistas extranjeros han vuelto a ganar terreno sobre los mexicanos. Tras el cierre del régimen de transferencias en todo el mundo, en México se incrementaron los foráneos, aunque no se rompió el récord impuesto en el Clausura 2017.
Para el arranque del Apertura 2017 y con la implementación de la regla 9/9, los dueños mostraron una postura ligeramente más conservadora que redujo el número de no nacidos en México a 185; sin embargo, para este Clausura 2018 (presente torneo) fueron inscritos un total de 191 jugadores oriundos de otros países.
El máximo histórico que se ha registrado en la Liga MX fue en el Clausura 2017, con 201 no nacidos en territorio azteca, cifra que en las últimas dos justas fue disminuyendo.
Además de Chivas, el equipo que menos foráneos tiene es Pumas, con ocho elementos, uno de ellos el delantero ecuatoriano Joffre Guerrón, quien no ha sido considerado por los auriazules en este arranque de torneo; pero que pertenece aún a la institución; mientras que Veracruz es el club que más no nacidos en México posee, con 17.
Ante esta presente situación, está claro que los dueños del futbol mexicano prefieren «entretenimiento» a otra cosa. Es claro que la formación de nuevos talentos, pasa a segundo término tratándose primero de darle al espectador el costo en boleto igual a espectáculo. Con incorporaciones como la de Jeremy Mènèz en el América o Landon Donovan en el León, es clara que la nueva postura es esa. El fenómeno «Gignac» que desató Tigres, ha sido motivo de emulaciones por parte de los otros 17 equipos que tratan de establecer esa fórmula que tanto éxito (y títulos) le dio al conjunto felino.
Para ser más claros, mientras más extranjeros lleguen a la Liga, menos oportunidad de crecer talentos mexicanos hay. Prueba de ello, es el escaso margen de elección por parte del seleccionador nacional para armar un equipo mexicano que en años pasados ha contado ya con presencia de extranjeros.
Los mexicanos han pasado a segundo término y se ve reflejado en el mismo espectáculo. El último campeón de goleo mexicano fue Ángel Reyna (sin ser centro delantero) en el lejano Clausura 2011 cuando jugaba con el América. A partir de él, 13 torneos han sido conquistados por goleadores extranjeros, resaltando un bicampeonato del uruguayo Ivan Alonso, el francés Gignac o el peruano Ruidíaz y el difunto Christian Benítez de Ecuador. La historia lo ha dictado así. Basta con mirar al goleador histórico de todos los tiempos: el brasileño Cabinho.
El semillero mexicano funciona. El tema, es que está topado por un costoso extranjero que debe y tiene que jugar, pues la inversión siempre es a corto plazo y nunca pensando en el horizonte del éxito.