De campeón del mundo a utilero: Baba Sule
El fútbol es un deporte tan voluble en todas sus facetas que a veces se encuentra historias sin precedentes u otras tantas que no dan credibilidad. Hay momentos tan injustos como hay otros merecidamente vividos. Hay etapas tan complicadas como las hay llenas de gloria, victoria y fama. Hay tantas emociones dentro de lo que es este deporte que muchas veces solo quien vive y siente el fútbol de maneras indescriptibles podría entender que es como la vida misma: un día estás en el pico más alto del Everest levantando una Copa del Mundo y al siguiente pasas a ser un desconocido que trabaja de utilero en un modesto equipo español para ganarte la vida.
Esa es la historia de Baba Sule, un hombre al que el fútbol le ha dado tanto como se lo ha quitado; sin embargo, él solo le sonríe a la vida, mira para delante y trata cada día de ser mejor persona y comprometerse más con su trabajo; el de utilero del Fuenlabrada, donde llegó tras haber probado suerte como futbolista en equipos importantes dentro del territorio ibérico.
Baba Sule obtuvo el clímax más importante de su carrera cuando ganó el Campeonato Mundial Sub 17 con Ghana en 1995. Ágil, veloz, técnico e inteligente para leer los partidos desde su posición, el por entonces mediocampista ghanés era un auténtico seguro en la mitad del mediocampo de la selección africana. Era tal su capacidad para jugar fútbol que tras aquel título Sub 17 fue fichado por el Mallorca y más tarde el Real Madrid puso todo en la mesa para ficharlo. No obstante, nunca llegó a jugar con el primer equipo de Chamartín.
Tras su fichaje de blanco llegó al Leganés en condición de cedido y ahí el fútbol cambio su vida drásticamente para infortunio de Sule. Con el cuadro ‘Pepinero’ se rompió los ligamentos cruzados. Se recuperó satisfactoriamente pero luego sufrió un golpe que le terminó de debilitar la rodilla por una rotura de la plastia, lo que le obligó a practicarse una cirugía que terminó en una infección agresiva. Dicha situación le dejó la articulación prácticamente inservible.
Su etapa de transformación
Luego de varios intentos de reengancharse en el fútbol de primer nivel, terminó por desistir y abandonarlo por completo. Algo que derivó en una de sus experiencias más curiosas y enriquecedoras como según lo cuento el propio Sule a un programa de televisión española: «Viví de cerca el ascenso en el fútbol de David De Gea», y sí que lo hizo. El ghanés le ayudaba al portero español con su inglés y además era su chofer.
Además de ese trabajo con De Gea, fue electricista y guardia de una tienda departamental hasta que la vida le volvió a sonreír cuando recibió la llamada del Fuenlabrada para obtener el cargo de utilero del club. «Me dijeron que necesitaban un responsable del material. Siempre he echado de menos el fútbol y quería reengancharme a este mundo. No me lo pensé dos veces», declaró Sule finalmente.