Chivas, un tobogán sin fondo
¿Qué pasa con el Guadalajara? No lo saben ni las paredes del Omnlife…o e Akron. O como le llamen ahora. Da igual. Total, su casa, ya no se respeta. Qué daño fue engolosinar a la afición con tanto título. Mismos que les recordaron lo grandes que son y lo bajo que han caído ahora. Se fue Matías Almeyda, el único y verdadero pastor. Ahora, solo quedan migajas.
Los cambios en el banquillo, en la plantilla, en la directiva… un juego. Todo se ha tratado de una broma sin la más mínima intención de ser serios. El tema no es el torneo… de ese no hay que preocuparse sin descenso ni peligro de perder millones de dólares. Es el prestigio; el Mundial de Clubes.
¡Chivas sigue sin sumar puntos en casa!
Santos se llevó la victoria en territorio tapatío
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— Televisa Deportes (@TD_Deportes) August 13, 2018
A menos de 4 meses de arrancar, Chivas no tiene pies, no tienes cabeza; y si la tiene, no la usa para pensar. Vive de ilusiones, y muere de realidades. El ahora técnico del Rebaño, José Saturnino Cardozo, no camina en lo que va del Apertura 2018 y su juego no hace creer que podrá destacar en un certamen que recibe a los mejores de cada confederación, como por ejemplo, el Real Madrid.
El fin de semana, Chivas perdió de nuevo. Esta vez contra Santos, y ya acumula una patética racha de 19 partidos en casa de los que solo han ganado uno (3 a 1 a Xolos en el Apertura 2017).
Nadie pudo entender la salida de Rodolfo Pizarro, pero fueron todavía más extrañas las incorporaciones; Gael Sandoval, Raúl Gudiño o Ángel Sepúlveda. No convencen y acentúan más las fugas de Rodolfo Cota, Oswaldo Alanís y el mencionado Pizarro que a todas luces, fue el mejor jugador de la liga hace 6 meses.
El relevo de Cardozo al frente del equipo, no le ha dado la identidad ni la credibilidad necesaria para comprometer de nuevo a la grada. Extrañan a Almeyda, está claro. Pero tampoco Saturnino tiene las papeletas para convencer tras sus desastrosos pasos por Chiapas, Puebla y Veracruz. La intención, es lo que se valora. El paraguayo ha intentado un juego ofensivo, como le gusta a él, pero sin suerte.
Sumados a esto, la luz que alguna vez tuvo Pulido o Pineda parece estarse extinguiendo. Esta claro que de José Luis Higuera no es lo suyo el manejo de un equipo de futbol. Para hacerlo, se debe saber, en principio de eso mismo… de futbol. Tampoco genera confianza las criticas hacia Amaury Vergara, hijo de Jorge, el dueño, quien se dice, está ahí por herencia y no por méritos.
Está a punto de salir la nueva temporada de Club de Cuervos. Una joya de Netflix que ha despertado gran interés entre los futboleros. Para quienes no la hayan podido ver o no tengan interés en verla, no importa, con leer un poco de la situación en Chivas, habrán tenido una novela mucho más atractiva que la propia serie de televisión.