El Bayern Múnich termina de sentenciar su pase a cuartos de UCL
Para Jupp Heynckes lo de rotar jugadores en partidos importantes no significa cambiar todo el equipo para que igual se vea afectado el funcionamiento, ni ganando en el global con una ventaja 5-0. Sino, que se lo pregunten al Besiktas, que probablemente hoy, en la vuelta de los octavos de final esperaba que los bávaros plantaran un equipo alternativo y no ocurrió así, a excepción de una que otra posición y los cambios que vinieron en el final de la primera parte y en el complemento.
Igual la afición turca no quedó a deber. No importaba que el Besiktas iniciara 0-5 abajo desde el vamos, la hinchada siempre está ahí y hoy lo volvió a demostrar. No abandonó ni cuando el global se puso 8-1 a favor de los alemanes y gritaron el gol de Vágner Love como el que más. Pero la eliminatoria estaba resuelta, no pudo marcar Lewandowski pero en su lugar apareció Sandro Wagner para cerrar la cuenta.
El primero del partido vino por medio de Thiago Alcántara, que regresaba de lesión e igualmente se iría con molestias antes de acabar la primera parte. En su lugar entró James Rodríguez, otro que venía desde la enfermería y participó en el juego activamente desde su ingreso, de él nació la jugada del tercer y definitivo tanto del conjunto visitante. El segundo fue un autogol tras un intento de centro de Rafinha en el que Gonül se equivocó para mandar el balón al fondo.
El equipo de Jupp es imparable
Como ya ocurriera cuando ganó el triplete en el año en que Heynckes anunciaba su despedida en detrimento de Pep Guardiola, este Bayern de Jupp parece imparable e inmejorable. Se muestran como el equipo en mejor ritmo de Europa y a la vez el más letal. El gigante bávaro se erige como el candidato más fuerte para levantar la Champions League este año, pero antes de tener oportunidad de una eventual final tendrá que sortear dos fases más.