Zidane no se baja del barco, sigue confiando en sus jugadores e insiste en que no necesita refuerzos
Ya es un común denominador que en los momentos de gloria y las «vacas gordas», el presidente y el entrenador de un club se tiran flores de una vereda a otra. Sonríen para las fotos, van a actos publicitarios juntos y todo es amor y paz. No obstante, en las «vacas flacas» poco se les ve de puertas para afuera en conjunto y se empieza a trastabillar la relación cada vez más y más; en especial en los clubes grandes como los ejemplos más recientes del Chelsea, Manchester City, AC Milan, Inter o el Real Madrid.
Por lo tanto, y hablando específicamente de este último, no sería novedad que la relación «aparentemente buena» entre Zidane y Florentino Pérez durante dos años de glorias, empiece a decaer ahora que la situación para el Madrid en la presente temporada se divisa como una de las peores en sus 115 años de historia. Salvo sorpresa.
Por su parte, Zidane, asiduo defensor de la mayoría de sus jugadores y prudente, al menos de palabra, para no exponer al vestuario o catalogar a un solo futbolista como culpable de la situación; ha salido como de costumbre a defender a su plantilla dos días después de haber tropezado nuevamente, esta vez ante el Celta de Vigo en Balaídos. Lo que como consecuencia ha descolgado al Madrid con 16 puntos por debajo del Barcelona, su acérrimo rival y quien cada vez luce más fuerte para hacerse con el título de liga tanto en juego como en la gestión de sus fichajes.
Precisamente en materia de contrataciones es donde han empezado a discrepar entrenador blanco y presidente. Pues mientras Florentino Pérez y su cúpula quieren a toda costa cerrar la contratación de Kepa Arrizabalaga, fichaje que parecía cerrarse el fin de semana para suplir a Keylor Navas; ‘Zizou’ declaraba tajantemente que no necesita refuerzos y menos un portero.
Zidane asegura que confía en la plantilla y saldrán de la mala situación
Tan mal juega el Madrid que los resultados positivos que ha podido sacar han sido producto de situaciones puntualmente individuales. Si bien, los títulos consecutivos de los últimos dos años avalan al estratega francés como el entrenador más exitoso de la historia del club de Chamartín, el despliegue y juego de su equipo en la cancha es tan cuestionable como la falta de identidad y estilo. Por ello, para muchos no resulta extraño que el Madrid esté pasando por una situación tan complicada hoy en día. Y que de terminar así, Zidane no sea el entrenador de la siguiente campaña.
«Si digo que confío en mi plantilla es porque esa es la verdad. ¿Por qué habría de pensar lo contrario en tres meses por tres o cuatro resultados malos?. No voy a cambiar. Y me molesta que con vuestros comentarios (refiriéndose a la prensa) digan que desafío al presidente y al club. Eso no es verdad. Soy uno más aquí, y sé que estoy de paso. Nadie está por encima del Real Madrid. Nunca echaré un pulso al club, ni a la afición, ni al presidente que me ha puesto aquí. Lo único es que defenderé a muerte a mi plantilla. Creo en lo que hago y voy hasta el final, hasta que me cambien, y ya está», sentenciaba en rueda de prensa Zinedine.
Lo cierto, es que si Zidane no necesita fichajes, al menos debería incluir a más jugadores en la rotación. Puesto que parece haber cambiado un poco de opinión en eso respecto la temporada pasada, quizás porque en definitiva si extraña a Morata, James y Pepe, y ello le permitía hacer un equipo igual o más competitivo que el titular cada vez que rotaba. Sin embargo, los fichajes de jugadores con gran futuro como Llorente, Theo, Vallejo, Ceballos o Mayoral, cada vez pasan más minutos entre el banco y la grada, mientras el entrenador defiende lo indefendible con el pobre nivel de emblemas como Marcelo y Benzema.