Quién como tú, Tigres

Te admiro Tigres. Y te lo digo de corazón. Por cómo te regocijas en tu irrefutable grandeza entre los nobles y plebeyos del futbol mexicano. Neo grandeza, grandeza comprada… lo que te quieran decir; pero grandeza al fin y al cabo. Qué envidia jugar tres finales seguidas. Darte el lujo de tener descensos en tu historia y aún así, te sigan amando, siguiendo, apoyando.

Qué satisfacción debes de sentir ver que todos los equipos alrededor tuyo contraten y desembolsen cantidades de dinero injustificadas y tú solo mirando. Que cuando quieres contratar y lo haces, no solo paralizas a México, sino ya cimbras continentes enteros.

¿Quién te dijo que los títulos te dan razón de ser un fantástico o intocable? ¿Quién se inventó que las esferas de alcurnia se alcanzan con el histórico pasado? Tú no y te envidio por eso. Porque solamente tienes 6 títulos pero siembras terror ya a donde vas. No importa de qué color sea el uniforme de enfrente, ni que tan largo o corto esté el pasto que pisas… das pavor.

Qué fortuna la de tener a uno de los técnicos más ganadores de la historia en tu banquillo. Que él se volvió grande gracias a ti y tú te volviste gracias a él. Qué incondicional y dependiente amor el de ustedes dos; “Tuca” y tú. Dicen que eres un equipo hecho con banderas ajenas, pero yo veo a Dueñas, Aquino, Damm, Ayala, y al “Chaka” dando la vuelta olímpica. Y también vi a mexicanos como Israel Jiménez o Alan Pulido dándote títulos, incluso a Tomas Boy que además fue pilar y estandarte tuyo.

¿Qué necesitas probar para formar parte de ese club que llaman “grandes”? ¿Qué más quieres? Si todos hablan ya de ti. Un rumor lo vuelves noticia y una noticia la vuelves locura. ¿Qué hay más allá de tu escudo que a pesar de los malos ratos, tienes a tu estadio lleno? ¿Qué melodía les contagias que todos te cantan a una sola voz?.

No tienes estadio imponente, pero ¿quién se fija en las butacas feas y rotas cuando las tapa un aficionado que salta y canta? No alcanzamos a ver lo viejo o feo que puede ser tu estadio, porque siempre está abarrotado de banderas y personas.

No sé tú Tigres, pero yo te envidio. Me genera conflicto el saber que no te esfuerzas la temporada entera y que al final llegas como el alumno que no estudió, y resulta que supo todas las respuestas del examen. ¿Qué diría Carlos Miloc, ahora que te ves así? ¿Qué daría ahora Barbadillo por estar ahora que juegas así?

Vaya comodidad la que tienes al comprar futbolistas y prestarlos. De tener los millones en tu cuenta y cambiarlos por campeonatos con jugadores que han sido clave. Admiro el ojo que tienes para pescar fuera de México y la labia que tienes para convencer a los que están dentro de México.

Te admiro Tigres, no te envidio. Lo prometo. Te admiro porque a pesar de cualquier tormenta que enfrentas la vuelves arcoíris y cuando todo marcha en orden, lo desordenas tú mismo para demostrar lo fácil que haces parecer las hazañas. Cuando estas bien te exiges. Cuando estas mal, ya ni lo notamos. Te admiro, juro que te admiro.

Atentamente,

17 envidiosos del futbol mexicano.