Barcelona y Liverpool golean a sus rivales en Champions
A diferencia de lo que fue ayer, donde los visitantes sacaron resultados muy interesantes, los papeles se invirtieron en la segunda jornada de la ida de los Cuartos de Final de la Champions League. Un duelo de ingleses y otro que involucraba al grande de España.
Barcelona recibió a la Roma en un partido accidentado más por el harakiri de los italianos que del daño ocasionado por los culés. Como haya sido, los blaugranas fueron ampliamente superiores y sentenciaron la eliminatoria con un contundente 4-1 que como siempre, Messi tuvo que ver en la goleada.
El equipo de Valverde, como lo dictan las leyes del futbol cuando se juega de local, propuso y dispuso de la pelota y de su rival. Muy a la italiana, la Roma se replegó atrás esperando y suplicando que los 90′ pasen como agua para llevarse un resultado positivo que iba desde el empate hasta la mínima derrota y encomendárselo al Olímpico de Roma.
Llegó la primera de peligro al minuto 18, cuando el croata Ivan Rakitić estrelló el balón en el poste. Fue el primer aviso para llegar entonces el Barcelona, con mucho más peligro. Daniele De Rossi abrió el marcador, en contra, con un autogol al minuto 38.
Con el cerrojo abierto, los locales cambiaron la propuesta levemente, incluso cediendo el balón a los romanos para que estos atacaran dejando espacios atrás y matarlos al contragolpe. Pero no sucedió.
Tras el descanso, al 55′ el defensor griego Kostas Manolas ocasionó el segundo autogol de la noche para entonces ahora sí, despertar e ir al frente por una anotación que le devolviera en el partido. Pero pocos minutos después, tras una serie de rebotes, Piqué se encontró un balón en el área que empujó para marcar el 3-0.
La Roma tuvo una recompensa aunado a la baja intensidad catalana y a 10 del final, el bosnio Edin Dzeko le puso honor al marcador. No obstante, Luis Suárez hizo el 4-1 definitivo con un riflazo y dejar en misión imposible y jaque a los italianos que deberán jugarse el pase a semifinales el 10 de abril.
Liverpool no caminó solo
Bien lo dicen, la Champions League es otro torneo, donde la inercia, el prestigio y el nombre, no cuentan. O bien, es borrón y cuenta nueva. Liverpool recibió al Manchester City. Se conocen de memoria. De toda la vida. El tema es que el City de Guardiola luce complicado y enrachado para no decir invencible. Sin embargo, la piedra en el zapato de los citizens, se llama Liverpool.
Los reds ya los habían goleado en la Premier (les quitaron el invicto, dicho sea de paso) y ahora los enfrentaban en un torneo continental donde los de Klopp los volvieron a golear, esta vez 3-0.
Al equipo del puerto le bastó media hora para acabar con el líder de Inglaterra. Primero, Walker disparó y tras el rechace del arquero, la pelota le quedó a Mohamed Salah, quien de zurda definió el 1-0 al 11’ de acción.
Diez minutos después Alex Oxlade-Chamberlain mandó un fuerte disparo con el segundo tanto de su escuadra y aunque City intentó reaccionar Sadio Mané de cabeza colocó el marcador 3-0 tras una asistencia de Salah.
Aunque para el segundo tiempo la visita dominó, la puntería no llegó. El egipcio Salah tuvo que salir por lesión del partido lo que ocasiono que Klopp cuidara el resultado. Así fue; controló el partido para llevarse tranquilamente el primer juego.